Primer torneo de softbol une a población migrante y trae un nuevo deporte a los magallánicos
Llegar a un país diferente y no poder practicar su deporte favorito ha sido un problema para ciudadanos de otros países, que han hecho de Magallanes, su hogar. Para nadie es un misterio que el béisbol es una disciplina muy arraigada en Venezuela, Colombia, República Dominicana y otros países cercanos. Al llegar a esta zona no pudieron desarrollarla, pero de a poco han ido encontrando espacio para poder jugar una variante: el softbol.
Y fue la Asociación Barrio Sur la que ofreció la cancha 2, donde se emplazará el proyecto del polideportivo, para que la comunidad migrante pueda practicar su deporte favorito. Hasta ahora, esa cancha estaba abandonada y llena de desperdicios de todo tipo. Así, anotaron un “home run” y ayer inauguraron el primer Torneo de Softbol, que contó con la participación de seis equipos: Rocosos, Cerveceros, The Eagles, Rangers, Gaiteros y Emperadores. Cada uno congrega cerca de veinte jugadores, de distintas edades.
El presidente de la naciente asociación es Alvaro Brito, quien explicó que este deporte “tiene un grado de dificultad más bajo que el béisbol, cambia la manera de lanzar, la pelota es más pesada, las medidas son más pequeñas, pero en esencia es lo mismo. La diferencia es que el softbol lo puede jugar una persona de 20 y otra de 50 años en el mismo equipo; el béisbol requiere más preparación y estado físico. Comenzamos a reunirnos antes de la pandemia, pero se fue desintegrando, así que de a poco fuimos recuperando a la gente”. A su lado, Hayrán Poveda uno de los organizadores, apuntó que “se hizo la base jurídica del club para tener más facilidades, y la Asociación Barrio Sur nos cedió el terreno y autorizó los respectivos movimientos que se ven ahora. Somos 160 personas y empezamos con cuatro equipos”.
Encontrar un espacio fue una de las dificultades. Primero se instalaron en la cancha de la Asociación 18 de Septiembre, pero las condiciones no fueron del todo favorables. Pero en Barrio Sur lograron un préstamo por un periodo de tres a cuatro años. El presidente de la asociación, Jorge Haro Oyarzún indicó que “veía que venían a jugar, después me contactaron, me comentaron su idea, la conversé con el seremi del Deporte, Leonidas Hernández, para cederles una parte del terreno por mientras se inicia la edificación del Complejo Deportivo Barrio Sur, y que estaba prácticamente usado como un basural. Preferible que ellos estén acá haciendo deporte y reuniendo a más de 700 personas a que esté usándose como botadero. Aparte es un beneficio para los vecinos del sector, que pueden conocer otro deporte”.
De todas las
nacionalidades
Mientras se preparaba la ceremonia de inauguración, asomaban los deportistas con su indumentaria oficial. Entre ellos, Veisel Pérez, un cubano, que juega en Emperadores y lleva cuatro años en Magallanes. “Esto nos ayuda a todos, nos une, la hermandad de todos los que estamos fuera de nuestros países”, destacó este funcionario de Coca Cola”. En tanto, Wilman Ureña, es dominicano, lleva siete años en Punta Arenas y trabaja de repartidor en Agrosuper. “De mi país somos como diez los que jugamos. Agradecidos de la acogida que nos han dado y el terreno que nos están cediendo. Invitamos a los chilenos a que se integren a este deporte, que es muy bonito y fácil de aprender”.
De hecho, Claudio Varela es uno de los pocos chilenos que se atrevió a incursionar en este juego. “A través de familiares que lo practican, me interesó, lo encontré entretenido, alegre. Son reglas distintas, pero es apto para todas las edades”.
En este torneo participan dos ex jugadores profesionales de béisbol. Yorman Quiñones, que además fue seleccionado nacional de Venezuela a la que representó en un Panamericano en Cuba y un Mundial en Canadá. “Se parecen mucho, lo que más varía es el lanzamiento, la pelota, la distancia de las bases, pero es muy relativo. Con otro compañero igual fuimos profesionales y marcamos un poco la diferencia. Acá lo que afecta es el viento, pero hacemos lo posible para distraernos”. El compañero al que aludía se llama Larry Izquierdo, que lleva dos años en Punta Arenas y su club en Venezuela era… Navegantes de Magallanes, “es una coincidencia, incluso hicimos un proyecto para sacar un equipo con la Umag, pero no se concretó. En mi equipo jugué en la liga nacional, también en Estados Unidos, con el equipo de Texas. El viento y el frío complican acá para jugarlo, pero el objetivo es integrarnos todos y que la gente pase un rato agradable”.
Durante toda la jornada se disputaron partidos de este primer torneo de verano, el inicio de una relación que se mantendrá por casi cuatro años, en la cancha 2 del Barrio Sur.