Consejo Constitucional y la desconfianza ciudadana

Este lunes se cumplió un hito más del cronograma electoral de cara a la elección del 7 de mayo: la declaración de candidaturas al Consejo Constitucional.

En general, los pactos políticos declararon sus candidaturas en las oficinas del Servicio Electoral en Santiago, listados que consideraron las postulaciones en cada una de las circunscripciones electorales vigentes para este proceso.

Quizás la noticia de esta etapa fue la incapacidad de las fuerzas oficialistas de llegar a un acuerdo para presentar una lista unitaria, lo que degeneró en la declaración de dos pactos electorales y el quiebre del denominado Socialismo Democrático.

El sector que apoya al actual gobierno y los otrora referentes concertacionistas conformaron “Unidad para Chile”, que incluye al pacto gobernante Apruebo Dignidad (PC, CS y RD) y a los partidos Socialista y Liberal; “Todo por Chile”, integrado por la DC, el PPD y el PR.

En la derecha, tampoco hubo unidad y la Udi, RN y Evópoli negociaron una nómina común creando la alianza “Chile Seguro”; mientras que Republicanos y el Partido de la Gente siguieron el camino propio.

Como en el anterior proceso constituyente, también se declararon candidaturas independientes fuera de pacto. 

En el caso de Magallanes, hubo casi una veintena de postulaciones declaradas, la mayoría pertenecientes a las coaliciones conformadas a lo largo del espectro político.

El sábado de la próxima semana, el Servel publicará la resolución donde se especificará qué candidaturas serán aceptadas y cuáles rechazadas. La campaña electoral comenzará ya el 8 de marzo.

Magallanes, al igual que las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Atacama, Ñuble y Aysén, elegirá a dos representantes en el Consejo Constitucional.

A diferencia del anterior intento de pactar una nueva Constitución, los ciudadanos enfrentan esta segunda tentativa con desconfianza, principalmente por la enorme desacreditación que tienen hoy los partidos y los parlamentarios y porque se piensa que esto es sólo “una cocina en la que están preparando el pan a la pinta de ellos”.

Esta desconfianza y desaliento deben ser tenidos en cuenta por quienes conformarán el nuevo órgano constituyente, de tal manera de responder a las expectativas ciudadanas. El apabullante triunfo del Rechazo el pasado 4 de septiembre dejó en claro que la ciudadanía quiere que se atienda a las demandas sociales y las transformaciones necesarias, pero que ello suceda en forma gradual, sin extremismos y en paz.