A los 91 años fallece el patriarca de la familia hindú, Dwarkadas Nandwani
Detractores y adherentes se podría decir que tiene la familia Nandwani, asentada en Magallanes desde el año 1900.
Pero nadie puede negar la influencia de Dwarkadas Nandwani, el patriarca de la familia que falleció ayer, a los 91 años de edad, dejando un gran legado comercial.
“El fue siempre un emprendedor, que llegó a Punta Arenas a los 18 años de edad, en 1950”, recordó el menor de los cinco hijos, Sunil.
Pero quien le abrió el camino a Dwarkadas fue su padre, Bhojraj Hotchand Nandwani, que llegó a Punta Arenas 43 años antes, en 1907. O sea, hace 116 años.
“Mi abuelo partió acá con los negocios abriendo el Palacio de las Sedas, en calle Roca. Mucho después mi padre (Dwarkadas) en la década del ‘50 se dedicó a la venta de telas. Ellos eran personas muy trabajadoras y sacrificadas”.
Para Sunil, el legado que les deja es el ejemplo de vida y que cualquier persona que se propone algo puede lograrlo. “Nada es gratis en la vida y lo más importante es siempre hacer el bien”.
En lo espiritual les dejó el legado del templo y la plaza hindú en Punta Arenas, donde están siendo velados los restos.
El líder de una de las familias más acaudaladas de Magallanes falleció la noche del viernes, aunque en la mañana estaba bien. Trabajó como siempre en la oficina de calle Errázuriz, pero por la tarde comenzó a sentirse mal. Le bajó la presión, comenzó a marearse. Lo llevaron a la clínica y en la noche falleció.
Nandwani deja cinco hijos: Sunil, Mónica, Anand (Alan), Rita y Laju. Y 13 nietos, un bisnieto y uno en camino.
En el plano comercial, negocios del mundo inmobiliario y automotriz serán su herencia.
Los restos serán cremados y en unas semanas las cenizas serán llevadas a la India para ser arrojadas al río sagrado Ganges.