Cuidados paliativos ¿Quiénes lo necesitan?
Los cuidados paliativos se definen por la Organización Mundial de la Salud como la prevención y el alivio del sufrimiento a través de la detección temprana de síntomas y su correcta evaluación. Es el tratamiento del dolor y otros problemas que pueden ser físicos, psicológicos o espirituales de los pacientes.
Los cuidados paliativos tienen como objetivo mejorar la calidad de la vida de los pacientes y sus cuidadores, al tratar los síntomas de enfermedades graves y los efectos secundarios de los tratamientos.
Los cuidados paliativos más usuales son los de pacientes oncológicos, porque son parte del tratamiento en todas las etapas que viven, pero más fundamentalmente en la etapa de terminalidad o más avanzada de la enfermedad. En Chile son una garantía Ges desde que esta modalidad se inició en 2005, siendo la cuarta garantía explicitada en este plan.
Desde esa fecha se ha atendido a los beneficiarios en las distintas unidades que se han creado en todas las regiones del país, existiendo también en todos los hospitales de nuestra región para dar las atenciones y cuidados requeridos. En el Hospital Clínico son más de 270 usuarios junto a sus familias y cuidadores que reciben las atenciones programadas.
Pero desde el inicio del trabajo otros pacientes también han requerido atenciones similares, especialmente en el manejo del dolor crónico. Tal como ha sucedido en otros países más avanzados en esta área, en que han desarrollado los llamados Cuidados Paliativos Universales para la atención de los pacientes que requieren este enfoque, nuestro país se encuentra en la etapa de implementación de esta modalidad. Con la publicación de la ley respectiva, los distintos servicios de salud se encuentran en esta implementación en todos los niveles de atención de estos servicios, ya sea en atención primaria o en la hospitalaria.
¿Por qué debe hacerse? Según estudios realizados el envejecimiento y el peso de las enfermedades crónicas en la población van generando problemáticas de salud, en que debe buscarse junto al tratamiento de la enfermedad, disminuir los impactos que estas enfermedades ocasionan en las personas.
La mayor longevidad de nuestra población hace que muchos sobrevivan con enfermedades crónicas por largo tiempo. También son más los adultos mayores que viven más años. Muchos de ellos con enfermedades o patologías que les aquejan y que generan impactos en su condición de vida y que deben tratarse. Ya sea en alivio del dolor crónico, en la dificultad respiratoria o en los síntomas crónicos de patologías cardiacas por ejemplo.
Junto al tratamiento de la enfermedad deben también ofrecerse medidas que, aunque no curan sí alivian los síntomas complejos asociados a estas enfermedades. En esencia es paliar los impactos de estas patologías, con medidas posibles de incluir dentro de los cuidados y atenciones que deben brindárseles. Son los equipos multidisciplinarios los que deben abordar las distintas modalidades de expresión de la sintomatología crónica, ya que los impactos de estas enfermedades van más allá de lo físico, incluyen lo psicológico, espiritual, social y a las familias de la cual son parte. Por ello requieren del enfoque de estos equipos para que los aborden integralmente.
¿Cuántos son potencialmente estos pacientes que se encuentran en la población crónica? Por estudios internacionales se sabe que un tercio de los potenciales usuarios son los oncológicos. O sea, por cada 3 pacientes oncológicos en tratamiento hay otros 7 con otras patologías que pudieran beneficiarse de estos cuidados.
Eso hace que en nuestra región sean más de 2.000 personas y sus familias las que requerirían atenciones. Grupo importante y que justifican su atención prioritaria, con equipos preparados para su atención.
Pero también esta modalidad de atención y enfoque de cuidados paliativos debe permear el trabajo de muchos equipos o áreas de desarrollo de los equipos de salud. Se diagnostican y tratan enfermedades de curso crónico donde el tratamiento y control será permanente y continuo en patologías como la hipertensión, la diabetes, enfermedades reumatológicas o respiratorias por ejemplo, que van dejando secuelas pese al tratamiento, que van disminuyendo la funcionalidad o el desempeño en sociedad. Por eso requieren de otras medidas complementarias que potencien sus capacidades o funcionalidad.
Obviamente cuando se acerca el término de la vida es cuando más requerimientos y necesidades tienen los pacientes y sus cuidadores. Allí también deben concentrarse las tareas de acompañamiento y asistencia por parte de estos equipos. En esta etapa, en que, si bien el destino es y será ominoso, es importante concentrar cuidados y atenciones que hagan que este tránsito o camino sea lo menos traumático o dificultoso para el paciente y su familia. Es lo que hicimos y desarrollamos en los años que operamos el Eleam como Servicio de Salud de nuestra ciudad. Desarrollando un modelo que hoy es ley y que debe implementarse en todas las áreas de la atención en salud. Es el tiempo de implementar mucho de lo aprendido en esos años, donde la atención de los mayores en su etapa final de vida servirá en la atención de otros, que hoy transitan por un camino similar.