No sólo lo condenaron, sino que lo enviaron a prisión por explotación de haitianos
Por dos votos a uno, los jueces del Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas resolvieron condenar ayer a Jaime Tomás Cabrera Almendra como autor del delito “trata de personas con fines de trabajo forzado”.
El acusado enfrentó el proceso judicial en libertad. Sin embargo, conocido el veredicto la fiscal Wendoline Acuña Aliaga pidió la prisión preventiva por el peligro de fuga ante la eventualidad de que la pena que reciba sea de cumplimiento efectivo.
La sentencia se conocerá el próximo 20 de abril a las 13 horas. En el intertanto permanecerá privado de libertad en el centro de cumplimiento penitenciario de Natales, donde están sus familiares.
La historia que lo llevó a ser enjuiciado data del año 2018, cuando reclutó a ocho ciudadanos haitianos y los mantuvo trabajando en condiciones inhumanas.
Fueron varios años de investigación para la fiscal Acuña, cuyo origen nace en una denuncia que presentaron los ciudadanos extranjeros en contra del principal inculpado y ahora condenado.
El 7 de marzo de 2021 El Magallanes titulaba: “Trajo 8 haitianos a trabajar en condiciones inhumanas y ahora lo enviaron a prisión”.
En el transcurso de la investigación la defensa de Cabrera logró sacarlo de la cárcel y que esperara el término del proceso en libertad. Así sucedió hasta ayer, que lo encontraron culpable y volvió a prisión por el trato hacia los haitianos que ingresaron a Chile entre fines de 2017 y enero de 2018.
Cabrera utilizó a otro haitiano para que se contactara con sus pares y los trajera a la “última esperanza” que tenían de desarrollar un buen proyecto de vida.
Según la investigación, terminaron la odisea en un sector apartado de la capital natalina, viviendo en condiciones inhumanas, en un lugar que no estaba urbanizado, donde los dejaron en una instalación de material ligero. Sin conexión telefónica y menos internet. Tampoco contaban con servicios básicos, luz, calefacción y alcantarillado.
Un lugar del cual no podían salir porque desconocían por completo la forma de hacerlo.
El trabajo para el cual fueron contratados era la recolección, limpieza y almacenamiento de turba.
Con extenuantes jornadas, desde las 7 de la mañana a las 20 horas. De lunes a domingo, sin días libres.
Fiscal
Wendoline Acuña dijo estar satisfecha con el veredicto, que responde a un arduo trabajo investigativo del equipo de la Fiscalía. Pero lo más importante, “responde a una manifestación de justicia para estas ocho personas haitianas, que debieron sufrir estas condiciones inhumanas, desde el punto de vista laboral, y que son constitutivas del delito de trata de personas, como el tribunal dio por establecido”.
Voto de minoría
Para el abogado defensor, Mario Elgueta, fue un golpe duro el veredicto, pero algo de tranquilidad encontró en el voto de minoría del juez Cristián Armijo, que fue del parecer de absolver al acusado.
Cuando tenga la sentencia y la pueda estudiar, recurrirá de nulidad a la Corte de Apelaciones, “porque hay un juez que estuvo por absolver, que consideró que no se reunieron los antecedentes del delito. Y más aún, el tribunal de mayoría que condena descarta la reiteración”.
También espera presentar una apelación a la prisión preventiva que se decretó para su cliente.