Necrológicas

– Ema Santana Santana

– Rolando Barozzi Grandi

– Walter Douglas

Y todo esto… ¡es cierto!

Por Jorge Abasolo Jueves 6 de Abril del 2023

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La increíble guerra entre Gran Bretaña y Zanzíbar duró…¡38 minutos!

Empezó a las 9,02 del 27 de agosto de 1896 y terminó a las 9,40 de ese mismo día.

Zanzíbar, que ahora conocemos como Tanzania, tenía un solo barco de guerra: el viejo mercante Glasgow.

Bastaron dos cañonazos ingleses para hundirlo.

Los británicos destituyeron a un sultán y liberaron de la prisión a su antecesor. Inmediatamente, los roles se invirtieron. El preso quedó libre; y el gobernante…preso. Cosas de la historia…

MUJER DE RULO

La Reina Isabel de Castilla se bañó solamente dos veces en su vida. Al nacer, y el día anterior a su casamiento.

DATOS ACERCA DEL SEXO 

Hasta el siglo XIX muchos egipcios preferían no desflorar a sus novias. Para ello pagaban a un sirviente.

PENA DE MUERTE 

En 1748 –en Gran Bretaña- un niño de diez años fue acusado de asesinato y condenado a la horca.

Los jueces que lo condenaron entendieron que por más dura que fuese la sentencia serviría de advertencia para los demás menores.

Pero las horcas públicas siguieron funcionando.

El año 1801, un niño de 13 años llamado Andrew Brenning fue ahorcado públicamente por robar…, atención, … ¡una cuchara!

Son las historietas de la historia…, pero verídicas…

LUIS XIV: UN COCHINO 

Luis XIV reinó Francia desde 1642 hasta 1715.

El hombre sentía un temor enfermizo por el agua.

A pesar de que un ejército de asistentes y mayordomos revoloteaba a su alrededor cada mañana para vestirlo jamás utilizaban agua con el fin de higienizarlo.

Usaban perfumes y polvo de talco. Aunque en realidad sí. Luis XIV usaba un poco de agua cada mañana para limpiar una parte de su cuerpo.

Esa parte de cuerpo era … la punta de la nariz.

Según las crónicas de la época, “la gente era intensamente sucia en el Palacio de Versalles. Los nobles, hombres y mujeres vomitaban, orinaban y hasta defecaban en los corredores de las escaleras: era la moda de la época”.

COSTUMBRES

En Singapur, no tirar la cadena de los baños públicos es delito. El olvido en restaurantes, teatros y grandes almacenes se paga con una multa de 650 dólares.

Las autoridades, hartas de la falta de higiene de los pobladores, pusieron inspectores en los baños públicos.

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