Otro golpe para la industria salmonera: el complejo escenario que enfrenta Australis Mar
Sólo como punto de partida citar al subsecretario de Pesca y Acuicultura, Julio Salas, quien durante las últimas horas señaló que lo mínimo que se puede esperar es “que las empresas tengan mínimos éticos en su accionar”.
Si bien el escenario viene complejo desde el año pasado para la compañía Australis Mar, fue la semana pasada cuando la Superintendencia de Medio Ambiente inició cinco procedimientos sancionatorios en su contra por sobreproducción en 8 de sus centros de engorda, de los cuales 7 corresponden a la Región de Aysén y uno a la Reserva Nacional Kawésqar, en Magallanes, denominado Bahía León.
Conocido aquello y antes que se activara el protocolo propio del procedimiento por parte de la SMA, la propia compañía se adelantó a través de una autodenuncia. Esta da cuenta de la sobreproducción de salmones en 49 ciclos productivos, asociado a 33 Centros de Engorda de Salmones; además, se proporcionan detalles de las infracciones y también se proponen medidas para reducir o eliminar los efectos negativos del accionar.
La presentación -a finales del año pasado- fue acogida parcialmente, ya que la Superintendencia previamente ya estaba investigando la situación de dos centros de engorda de Aysén.
En cuanto a los antecedentes de esta calificada herramienta de incentivo para la transparencia, se señala que la propia Australis Mar ha reconocido 80.000 toneladas de sobreproducción entre 2014 y 2022.
La compañía, a través de un comunicado, argumentó al respecto que a fines de julio de 2019 el empresario chileno Isidoro Quiroga y entonces dueño mayoritario de Australis Mar vendió la salmonera a la transnacional china Joyvio y que tres años después el actual gerente general de Australis Mar, Andrés Lyon, asumió el cargo detectando “la existencia de una política sistemática de sobreproducción de salmones ideada y ejecutada por la administración y el controlador anterior”.
Arbitraje y tribunales
Por tal razón, los actuales dueños aseguran haber sido víctimas de una estafa, razón por lo cual solicitaron un arbitraje internacional en el que solicita a Isidoro Quiroga la devolución de los US$921 millones que se pagó por la transacción de la empresa, más US$300 millones por daños y perjuicios.
Esta semana, el conflicto pasó a la instancia penal, luego que Quiroga recurriera ante el 4 Juzgado de Garantía de Santiago para interponer una querella, en la cual se detalla que el 9 de enero de 2023, casi cuatro años después de la celebración del contrato de compraventa, representantes de Joyvio enviaron una carta al directorio informando que activarían los mecanismos de solución de controversias entre las partes debido a supuestas “falsedades e inexactitudes” detectadas en las declaraciones y garantías entregadas por la vendedora durante el acuerdo.
Sin embargo, a finales del mismo mes Joyvio inició el procedimiento arbitral de naturaleza civil en contra de Quiroga.
En la acción interpuesta en el Juzgado de Garantía, se indica que “a partir de marzo de 2023, los querellados comenzaron una dura arremetida comunicacional en contra de mi representado. De esta manera, a través de diversos medios de comunicación, los querellados han acusado falsamente a mi representado de haber incurrido en conductas constitutivas de delito y han realizado diversas declaraciones que pretenden desprestigiar a mi representado y atentar contra su honor y honra, con el objeto de obligarlo a desembolsar ingentes sumas de dinero en beneficio de Joyvio y Australis“.