Puerto Williams contará con nuevo laboratorio para el análisis de marea roja
La Marea Roja o Floraciones Algales Nocivas es un fenómeno natural y mundial que, según registros oficiales, se encuentra presente en Magallanes desde la década del 70, con apariciones esporádicas y, de manera recurrente y permanente, desde los años noventa. Su desarrollo se debe a la reproducción excesiva de microalgas generadoras de toxinas.
En la región, se encuentran presentes tres tipos de toxina: Toxina Paralizante de los Moluscos (TPM), Veneno Diarreico de los Moluscos (VDM), el Veneno Amnésico de los Moluscos (VAM), las cuales, al contacto con el ser humano, pueden producir una amplia sintomatología y, en casos severos, las TPM, desencadenar en la muerte.
En la actualidad todo consumo de mariscos debe contar con un análisis y certificación. El servicio de Salud tiene laboratorios para el análisis de estas toxinas en la provincia de Ultima Esperanza, Tierra del Fuego y Punta Arenas, pero en Puerto Williams no existe un centro de certificación instalado, lo cual ha provocado una limitación de la población en cuanto al consumo y venta de mariscos.
Los mariscos se constituyeron como una de las principales fuentes de alimentación de los pueblos originarios, así permaneció por siglos, hasta que, debido a recurrentes apariciones de marea roja en el sector, durante la década de los 90, cesaron su consumo y esta fuente productiva se vio afectada.
“La idea de instalar un laboratorio en el Centro Internacional Cabo de Hornos es que se puedan realizar análisis de mariscos en Puerto Williams, trabajando en conjunto y en coordinación con el Servicio de Salud y en alianza con instituciones nacionales como Ifop (Instituto de Fomento Pesquero) y otras internacionales. De esta forma, conocer si los mariscos provenientes de ciertas zonas están o no contaminados con toxinas. Si no están contaminados, evaluar si pueden consumirse y, por tanto, entregar a los habitantes de Puerto Williams una alternativa de uso gastronómico para estos recursos, además de una potencial reactivación económica”, explicó Máximo Frangopulos, doctor en biología y docente investigador de la Universidad de Magallanes, Chic e Ibase.
“Así también, se puede diversificar la oferta de turismo de restaurantes, reactivar comercio, así como la pesca artesanal de orilla, que los mariscadores y mariscadoras puedan tener alternativas que hoy no poseen, pues estos análisis deben hacerse en Punta Arenas, proceso que exige una demora considerable”, acotó Andrés Mansilla, doctor en botánica e investigador de la Universidad de Magallanes y el Chic.
La futura instalación de este laboratorio de análisis de marea roja, tendrá lugar dentro del Centro internacional Cabo de Hornos (Chic) ubicado en Puerto Williams, y pronostica el inicio de sus actividades durante el segundo semestre del 2023 y contará con un equipo de análisis instrumental UHPLC. De esta manera, se pretende resolver una brecha tecnológica que ha impedido a los habitantes de Puerto Williams entablar una normal relación con los ecosistemas marinos, así también ir generando capacidades técnicas científicas en la región para enfrentar estos fenómenos algales de manera más preparada y eficiente.