“En lo personal es un golpe muy duro”, dijo colega de carabinero que murió baleado
La de ayer fue la tercera misa en el último mes en la iglesia Catedral por funcionarios de Carabineros abatidos en operativos policiales, pasando a engrosar la extensa lista de mártires de la institución.
Primero fue Alex Salazar, luego Rita Olivares y ahora Daniel Palma. Para todos hubo una misa.
La de ayer la presidió el obispo Oscar Blanco, acompañado del vicario general Fredy Subiabre y de los capellanes de la Armada José Bravo Carvallo y de la Fuerza Aérea, Antonio Silva.
Asistieron representantes de todas las ramas de las Fuerzas Armadas y de la Policía de Investigaciones. Además, estaban el gobernador Jorge Flies y la delegada presidencial Luz Bermúdez.
“Estamos preocupados y conmocionados por los últimos hechos de violencia. Son tres carabineros asesinados en menos de un mes, creo que es para preocuparnos. Creo que estos hechos no pueden pasar en vano y se deben sacar lecciones”, dijo el obispo Blanco.
Carabinero
El cabo 1º, Gonzalo Jara San Martín, lleva tres años trabajando en la Primera Comisaría de Punta Arenas.
Lo sucedido le llega muy cercanamente porque estudió con el motorista baleado de 33 años, oriundo de Rancagua, de dotación de la Cuarta Comisaría de Santiago centro.
Estaba casado con la cabo 2º Darline Vergara, con quien tiene un hijo de 4 años, más un segundo que viene en camino.
Esto lo sabía muy bien Gonzalo Jara porque mantenía contacto permanente con su amigo y colega fallecido. Estaban siempre con mensajes vía whatsapp.
Ambos hicieron el curso de formación de carabinero el año 2014 y de ahí al colega lo destinaron a la Cuarta Comisaría de Santiago y Jara terminó en Punta Arenas.
Recordó a su camarada baleado como “un tremendo profesional, un tremendo carabinero. Él hizo de su trabajo su pasión de vida. Se entregaba cien por ciento a la comunidad. Siempre andaba en terreno en operativos, una gran persona y un gran funcionario policial”.
“Siempre -agregó- nos preguntábamos cómo estábamos,y me contaba feliz que iba a ser papá nuevamente. En lo personal, fue un golpe muy duro. Esto es muy complicado”, indicó el funcionario que ayer portaba en las manos la foto de su amigo.
“Si para uno esto es fuerte, que es colega, imagino lo que debe ser para la familia y la esposa”.