Temas prioritarios
El tema de la violencia se ha tomado la agenda de gobierno a nivel nacional. Primero fue La Araucanía y ahora la delincuencia callejera, la migración descontrolada y los brutales crímenes de los grupos organizados. El Ejecutivo ha buscado responder respaldando a Carabineros y anunciando priorización de 31 proyectos ligados al tema de la seguridad.
Pasados los días álgidos marcados por los asesinatos y atentados contra funcionarios policiales, La Moneda ha tratado de retomar el control de la agenda gubernamental, con anuncios sobre sus prioridades legislativas y otros relativos a la industria del litio. Pero, todo ensombrece dicho intento.
A nivel regional, la preocupación pasa desde el posible cierre de Nova Austral a los despidos en la industria de los hidrocarburos. En medio, acusaciones de indolencia y también de desinformación o información parcial e inexacta, que juegan con el sufrimiento de aquellos trabajadores que llevan meses en la incertidumbre. Todos hablan de actuar con responsabilidad, mientras siguen las inculpaciones cruzadas. No pocos buscan sacar de esto rédito político desde los extremos del espectro partidario.
Al igual que el gobierno central, la delegación presidencial intenta poner temas como la política de cuidados y otros relacionados con la agenda de género.
En tanto, la gobernación regional sigue con su fuerte apuesta por el desarrollo de la industria del hidrógeno verde y por avanzar en sus temas propios: traspaso de competencias, ley de rentas, administración efectiva del territorio, entre otros.
Pocos se acuerdan de la escasez hídrica, si es que alguna vez algo se hizo desde las instancias gubernamentales para enfrentar tal crisis.
A nivel municipal, mientras los animales sueltos siguen deambulando por las calles y avenidas, el alcalde ha buscado un nuevo punto de apoyo para su gestión. Despojado de su tema estrella que era el déficit habitacional -aunque de tanto en tanto sigue dando manotazos que le han permitido quedarse con algún jirón-, está enarbolando otra bandera, blandiendo el eslogan “Punta Arenas, puerta de entrada a la Antártica”. Esto, apostando por las ganancias que tendrá al colocar a la capital regional en los ámbitos internacionales. De alguna forma, esto comenzó a vislumbrarlo con la experiencia del programa de conmemoración de los 500 años del paso de Magallanes por el estrecho y los contactos diplomáticos que aquello le abrió.
Mientras todo esto sucede, quedan en segundo plano el traspaso de la enseñanza municipalizada al servicio local de educación pública, la deserción escolar, el aumento de los delitos de connotación sexual en contra de niños, niñas y adolescentes, el sostenido incremento del contrabando de mercancías y del tráfico de droga -y, por ende, de la adicción y violencias aparejadas a esto-, así como del vínculo entre el alcoholismo y los accidentes viales y sus muertes. ¡Qué decir de la violencia intrafamiliar y del proceso constituyente!