Necrológicas

– Oscar Mansilla Leviñanco

– Lorenzo Arquides Gómez Concha

– Marcos Liborio Segundo Subiabre Ruiz

– Pedro Anibal Aranda Maltés

¿Cómo interactuar con nuestros mayores?

Por Ramón Lobos Vásquez Miércoles 26 de Abril del 2023

Compartir esta noticia
93
Visitas

Por Ramón Lobos Vásquez
Médico Geriatra y Paliativista 

El envejecimiento acelerado que ha experimentado nuestro país ha tensionado la capacidad de respuesta que los sistemas de salud y sociales tienen en cada comunidad. Las necesidades superan a las ofertas programáticas.  De allí la importancia de los voluntariados y agrupaciones de familiares, que han extendido la acción del Estado y sus agentes, más allá de lo que habitualmente se hace.  Por allí va el camino, de poder atender más y mejor a nuestros mayores.  Es una alianza virtuosa que hay que potenciar y favorecer. 

Ellos van descubriendo nuevas necesidades, que posteriormente el estado debe formalizar en una nueva cartera de prestaciones. Así se levanta una experiencia que se consolida con la acción del estado. Haciéndolo más activo y efectivo. 

Una tarea importante también en esta acción es la educación y preparación de quienes atienden o cuidan de mayores.  Ya sean familiares o cuidadores formales. No hay cursos que preparen o formen a quienes los atienden. Se van formando en la práctica diaria.  Por ensayo y error. Es una tarea pendiente para el estado y en especial para los centros formadores, que deberían desde la academia, bajar a la acción diaria el conocimiento formal teórico en quienes tienen la práctica y que quieren acrecentar sus capacidades y destrezas en esta área. Aprender por ensayo y error no es lo mejor; por eso esta es una tarea pendiente y muy necesaria. 

Debemos llegar a disponer de conocimientos básicos o entrenamientos de cómo relacionar o interactuar con mayores en forma efectiva. No sólo en salud o en el área social. Debería ser parte de una formación transversal para quienes están en educación superior y técnica. Es tal la población adulta mayor y su crecimiento que indefectiblemente todos deben saber hacerlo y actuar asertivamente, no sólo quienes tienen su foco de atención y trabajo con ellos. Esta columna modestamente toca tópicos y pretende motivar para saber y conocer más. Esperamos que así se entienda y muchos se motiven y vayan aumentando sus conocimientos en esta área que terminará favoreciendo en la interacción a otros mayores. 

Un punto importante y frecuente de ver es cómo se actúa con un mayor con demencia, ya que es un reto poder establecer una comunicación o interactuar con ellos efectivamente. Muchos rehúyen y simplemente no lo abordan. Es una decisión que se toma a partir de sus experiencias y de reconocer sus habilidades en esta tarea y un desafío lograr que se motiven y cambien su actitud.  No son pocos. Incluso dentro del grupo más cercano a un mayor. Por eso la importancia del permear destrezas y conocimientos en forma amplia y masiva. Para que este grupo sea cada vez menor. 

Otros se motivan a actuar y lo logran a partir de repetir las buenas prácticas y cambiar las que no han resultado. A eso nos referimos con ensayo y error. Lamentablemente la variabilidad que se presenta entre los mayores o incluso entre etapas distintas de esta demencia, hace que el desarrollo de estas destrezas deba ser continuo y permanente.  Eso favorece una correcta y adecua da atención de la persona mayor que cuidamos o atendemos. 

Un punto esencial es tratar afectivamente y siempre como centro de acción a esa persona mayor. Tratarlo y cuidarlo como un igual. Aun en situación de deterioro cognitivo o dependencia sigue siendo una persona que conserva sus derechos y debe ser tratado acorde a su situación y condición. Somos nosotros los que adaptamos lo que hacemos para con ellos. No al revés. Es parte del trato y esfuerzo que debemos hacer como sociedad. Es un mínimo reconocimiento a lo que aportaron a nuestra sociedad. 

Por ejemplo, una tarea importante para quienes cursan esta etapa de la vida con deterioro progresivo en lo cognitivo es ir estableciendo rutinas diarias. Tiempos para las diversas actividades y horarios de comidas que hay que respetar y no modificar. De esta manera al internalizarla es factible que vayan desempeñándose mejor en sus actividades de la vida diaria, ya que terminan siendo rutinas que se desarrollan. Para eso es importante no modificar su entorno en mobiliario o el lugar en que permanece. No modificar con quien se relaciona o establece contacto. Por eso cambiarlo de casa cada cierto tiempo no es bueno ya que rompe esta rutina. 

Mientras mayor deterioro presente el adulto, más estable deben ser estas rutinas; especialmente los horarios. Las horas que dedica al sueño, a las comidas, al aseo personal, a los tiempos de actividad y reposo. El ambiente que lo rodea debe ser lo más estable posible. Lejos de estímulos que afecten esta rutina, libre de estrés. Mantenerlo alejado de situaciones o noticias que lo angustien.  De hecho, es toda una buena práctica el comunicar adecuadamente malas noticias a nuestros mayores. Hacerlo con respeto y pausadamente. Disminuir las explicaciones que les agobien o sean difíciles de comprender.  

Se debe avanzar pausadamente en lo que se comunica para ir comprobando que internalizan el mensaje. A veces disminuir los detalles o particularidades que a otras edades importan más es una técnica y habilidad que debe aprenderse y ejercitarse para hacerlo adecuadamente. Merecen nuestro esfuerzo y trabajo; consideración y respeto a lo que son y representan en nuestra historia familiar y personal. Por eso debemos hacerlo. Merecen que los pongamos en el centro de nuestra acción y trabajo. Se lo debemos.

Pin It on Pinterest

Pin It on Pinterest