Necrológicas

Presidente Boric partió la mañana desayunando en el kiosco Roca y leyendo La Prensa Austral

Sábado 6 de Mayo del 2023

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Edmundo Rosinelli
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A las 9,30 horas en punto el Presidente Gabriel Boric llegó ayer a desayunar al mítico Kiosco Roca, acompañado de su madre, María Soledad Font. Sin guardias ni escoltas.

Quiso recordar viejos tiempos, como lo hacía de joven y luego de diputado, que buscaba un asiento y se ponía a leer. Se ubicó al fondo del histórico local.

Así partió la mañana, recorriendo las calles de su amada Punta Arenas y, obviamente, no podía dejar de saborear los “choripanes”. Esas hallullas con pasta de chorizo que muchos turistas miran con reticencia por los efectos estomacales que podrían sufrir al consumirlos con un vaso grande de leche con plátano. A los magallánicos esta mezcla no les provoca nada.

Pidió el diario

Para desayunar, el Presidente ordenó tres choriquesos mayo y una leche. La mamá lo acompañó con dos choripanes y una leche. Pero, antes de retirarse Boric se comió el último choripán, pero con doble porción de mayonesa.

Además, el Mandatario pidió La Prensa Austral, para leerla mientras degustaba lo ordenado.

Como no la tenía, Paula Abello, actual administradora del Roca, llamó por celular al suplementero Miguel Navarro, que la vende todos los días fuera del BancoEstado.

El hombre demoró un par de minutos y le entregó en sus manos el diario al Presidente. Y, por supuesto, no podía desaprovechar la ocasión para retratarse con él.

“Toda la gente se quería fotografiar con el Presidente. Después pasó al otro lado del mesón, porque el personal también quería la foto del recuerdo. Yo saqué mi león de la U, pero él me dijo: ‘¡No, no, soy cruzado!”, recordó riendo la encargada.

La mamá pagó la cuenta, dejando una muy buena propina al personal, que despidieron cariñosamente al ilustre visitante magallánico.

Caminata

Subió caminando calle Roca y detuvo la marcha en el puesto de Gastón Navarro, otro personaje ícono del centro de Punta Arenas que ha lustrado los zapatos a casi todos los mandatarios. Algo que siempre cuenta con mucho orgullo.

Ayer no podía ser la excepción y “se rindió a los pies” de Boric. Le dejó brillante los zapatos de color negro que calzaba.

“No le quise cobrar, por más que me quería pagar, porque es un orgullo para mí atenderlo. Me sentí muy feliz. Fue un regalo mío”, dijo Gastón, quien lleva más de cuatro décadas en este oficio.

Una ayudita

De ahí continuó la caminata, interrumpida por mucha gente que le pedía tomarse una foto. El Presidente a todos les decía que sí. Incluso ayudó a una mujer de edad, a quien los nervios le impedían encontrar la cámara del celular. Él se tomó el tiempo, la buscó y la “selfie” salió.

En el camino, se encontró con una mujer de la tercera edad que en las mañanas pide una moneda a la gente, a un costado del edificio Enap.

Boric la vio, le tomó la mano, la escuchó y le ofreció ayuda.

Ella es Magaly Vásquez Leiva, de 62 años de edad, oriunda de Valparaíso y lleva cinco años en Punta Arenas. La hija la trajo y ahora arrienda una vivienda en Población Nelda Panicucci. Está esperando por una operación, según indicó.

De ahí el Mandatario cruzó la plaza y llegó a la delegación presidencial regional, donde en la puerta lo esperaba el recién asumido José Ruiz Pivcevic.

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