Necrológicas

Maestras entrañables de la Escuela Portugal

Miércoles 10 de Mayo del 2023

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Este año, la Escuela Portugal debió haber celebrado sus 130º aniversario desde su creación en el año 1893, no obstante que por información de prensa me he enterado de que ha celebrado su 46º aniversario. Con esta reseña sólo busco rendir un pequeño homenaje a las abnegadas maestras que han sido abducidas de su historia perdiéndose en el limbo del olvido. Con la llegada de la primera maestra normalista, la educadora Teresa Triviños, inicia sus actividades educativas la escuela que cuatro años más tarde sería identificada como Escuela Superior de Niñas Nº2, reservando el Nº1 a la Escuela Superior de Hombres.

Inicio mis recuerdos situándome a fines de los años 50, en ese local que hoy ocupa el gimnasio del Club Croata, donde cursé kínder y 1º básico. Tengo el recuerdo vivo de ese viejo colegio con el enorme ciprés que engalanaba su patio de recreos y el mural del salón con que Laura Rodig homenajeó y ¿perpetuó? su paso por esta escuela donde fue parte de su comunidad educativa en su segundo período en esta ciudad a la que abrazó sin condición. He puesto ¿perpetuó? debido a información, aún no confirmada, según la cual habría sido retirado para dar espacio a una bodega requerida por la empresa que construyó la ampliación del actual edificio en calle Mejicana y que habría sido entregado para ser devorado por las brasas de la insensibilidad. Su mural tenía algo, una atracción que en mis recuerdos de niño aún admiro. 

Llegó el tiempo del abandono, la escuela debía retornar su edificio al Club Croata y su cuerpo docente sería meteorizado para ser repartidas en diferentes colegios, era el fin de la escuela. No obstante, mi madre, Ema Vukasovic Loaiza, profesora normalista, no podía aceptar la fisión de su núcleo al que éramos enlazados los familiares de cada una de sus colegas en un incondicional lazo de amistad e intereses comunes. Así fue como del Ministerio de Educación consiguió que la retaran a conseguir personalmente un edificio para mantener su comunidad. Junto a la tía Margarita González, dejaron los pies en la calle y gracias a una intervención de Gerardo King, pudieron acceder a la Sociedad Portuguesa que les ofreció el establecimiento de calle Fagnano, a ochenta metros de su actual ubicación. La única condición que puso la Sociedad fue incluir en su nombre escuela Portugal, Escuela Portugal de Niñas Nº2. No sólo recuerdo las celebraciones, también el trabajo que desarrollamos hijos y familiares en reparaciones hasta dejarla en condiciones de impartir en sus aulas las clases con las cuales las profesoras normalistas de entonces ponían su tilde, pues eran educadoras de los sentidos. Mi homenaje rememora a Amelia Vidal, Leonila Suárez, Lidia Barría, Peregrina Gallardo, Amalia Donoso, la directora Otilia Naranjo, Alicia Velasco, Violeta Aguila, Azucena Almarza, Georgina Lamiré, Margarita González y por supuesto Ema Vukasovic y otras que si bien es cierto no logro recordar, estoy seguro de que muchas generaciones las recuerdan así como a su querida e inolvidable escuela.