Pepito pega doble
La vida te da sorpresas y en Chile la política también, si se consideran las contiendas electorales de los últimos años, donde el país se ha pronunciado expresivamente, entregando el bastón a uno y otro extremo, como queriendo decir aquí el que manda soy yo, por lo tanto, si no me hacen caso y se ponen las pilas, los puedo corretear a todos hasta encontrar a quien pueda hacer bien la pega que se les encarga como políticos profesionales.
En esto y ante la especial situación que experimenta la nación, hay tres elementos que debieran ser considerados frente al momento político pendular, como ha sido denominado por distintos actores, con la actual predominancia republicana. Primero, si se apuesta nuevamente por rechazar, esto necesariamente lo tiene que asumir responsablemente alguien, con las consecuencias que aquello implica y esto se va a manifestar a corto plazo, provocando además las reacciones tanto en la ciudadanía como en los distintos sectores. Segundo, la experiencia fallida de la Convención sin duda es un antecedente a tener presente al momento de tomar las decisiones, dos fallas no hacen un éxito en esta materia, donde es necesario tener una buena y consensuada Constitucion, ya que al no tenerla se mantendrá el malestar ciudadano. Y en tercer lugar, como el futuro en política es clave, ya que es la invitación de cada tendencia para encantar a la ciudadanía a seguirles, una mala decisión constitucional es jugar con fuego, ya que puede hipotecar o sacrificar el futuro.
Ha sido arriesgado para Republicanos imitar la estrategia del Frente Amplio, a ambos les resultó electoralmente, volver con la misma dinámica una tercera vez, será más difícil, ya que el Burrito San Vicente se cabrea también, al igual que el nadie sabe para quien trabaja, más aún si todos en estos días estarán mirando debajo del agua. El Pepito pega doble, podrá funcionar una vez, pero no siempre.
Ahora es la gente, el pueblo o la ciudadanía la que maneja, esta agarró el manubrio, le tomó el gustito y no lo va a soltar fácilmente, ella va a decidir cada vez si se va para uno u otro lado, aunque parezca irresponsable. Así lo hará en las elecciones que corresponda y elegirá a quien corresponda según su parecer, de aquí en adelante jugar sin ellos no será posible, o se aprende a hacer política en serio o seguiremos a los bandazos.
El sistema no aguanta otra cabeza de playa similar a la del Frente Amplio o la de ahora con los Republicanos, la próxima necesariamente tiene que ser batallando por el centro con aquellos que estén dispuestos, sin complejos, a dar la batalla contra la polarización. Los ciudadanos parecen expresar, el centro es nuestro y lo muestran cuando quieren y se inclinan por aquellos que con seriedad, coherencia y consistencia, lo demuestran. No desapareció, por el momento anda de parranda.
El proceso constituyente que ha seguido el país, si bien no ha sido fácil, las oportunidades han existido para todos, desde la convención fallida con los excesos de la extrema izquierda, hasta ahora pasándole el bastón al frente a los republicanos, ahora con la misión de proponer un borrador transversal que permita alcanzar la mejor constitución posible. Nadie podrá decir que no es democrático o no se consideró a todas las personas o sectores, incluso los dos extremos políticos del país protagonizando los procesos, que más se puede pedir. Y todo para que de una vez por todas dejemos atrás lo constitucional y nos podamos poner a trabajar juntos por el desarrollo futuro de la nación.