Los desafíos del nuevo fiscal regional

Este martes, el fiscal nacional, Angel Valencia, dio a conocer la designación de Cristián Crisosto como nuevo jefe del Ministerio Público en Magallanes.

De esta forma se proveyó la vacante dejada por Eugenio Campos, quien fue escogido por Valencia para asumir la jefatura nacional de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía. Ello, luego de tener una destacada labor al asumir la conducción de persecuciones penales de alta complejidad, como el mega fraude de Carabineros y el accidente del avión Hércules de la Fach.

El nombramiento de Crisosto surgió de la terna elevada por la Corte de Apelaciones de Punta Arenas a Valencia, en la cual el abogado competía con Fernando Dobson (primero en la nómina) y Alejandra Guevara (segunda).

Crisosto es también profesor de historia y geografía y tiene un magíster en Derecho Público. Además de estas profesiones y maestrías, el nuevo jefe del Ministerio Público tiene una trayectoria interesante, habiendo asumido en 2004 como fiscal adjunto anticorrupción en Temuco, para ser, luego, el jefe de dicha unidad por diversos períodos.

Académico, también ha ejercido labores gremiales, siendo presidente de la Asociación de Fiscales de la IX Región y tesorero del directorio nacional de la orden, entre 2011 y 2013.

En Magallanes, Crisosto asumirá diversos desafíos, para lo cual ha comprometido liderar una persecución penal eficiente, incorporando nuevas tecnologías de información y de inteligencia artificial.

Según sus primeras declaraciones, el nuevo fiscal quiere aportar con este trabajo, en conjunto con las policías, a mantener la seguridad pública y a reducir los niveles de victimización. 

Particular énfasis puso en la indagatoria y sanción de delitos vinculados a la criminalidad rural, como el abigeato, y, en particular, a entregar una atención oportuna y más eficaz a las víctimas. 

Pero, no todo serán buenas intenciones y discursos correctos para el profesional que asumirá este lunes, pues el nuevo fiscal tendrá que encarar el aumento de la violencia en la comisión de distintos delitos y también la complejidad de ellos, especialmente en materia de contrabando y narcotráfico.