El péndulo
Consecuencia de las últimas elecciones efectuadas el 7 de mayo recién pasado me formé la convicción que los tiempos políticos en nuestro país se desarrollan en el mismo sentido de un péndulo que oscila decididamente entre la derecha y la izquierda acelerando su velocidad y ampliando su espectro a medida que el tiempo avanza hacia el futuro; así las cosas, antes cada cuatro años el gobierno pasaba de la cetro izquierda a la centro derecha, y ahora, cada dos años pasamos de la extrema izquierda a la extrema derecha.
La constatación señalada me recordó la teoría evolutiva de la historia de Arnold Toynbee en virtud de la cual precisaba que la historia y desarrollo de las civilizaciones pasaba por las siguientes etapas: a) génesis, b) crecimiento, c) tiempo de problemas, d) estado universal, e) desintegración. En todo este proceso se plantea un factor evolutivo que establece un reto o desafío que es obligatorio y que se traduce en la expresión: si se supera el reto, se progresa, pero si no, la civilización sucumbe o se detiene.
En esta teoría de la historia las soluciones para el progreso son aportadas por minorías creativas y estas soluciones son aplicadas miméticamente por las masas lo que implica que, en el momento que la minoría deje de ser creativa, estás se constituyen en minorías dominantes y luego de ello se genera la crisis y la desintegración de la civilización. Dicha desintegración se produce luego de dos oscilaciones y media (por ello la referencia al péndulo) en las cuales ante la pérdida de la creatividad de las minorías se produce una tiranía salvándose la civilización en su primera oscilación por un salvador con espada o autoritario, para luego remontar y caer en una segunda oscilación en que existe un salvador con reloj que nos recuerda que queda poco tiempo para la salvación y si ella no se produce en la siguiente oscilación, antes de levantar el vuelo, justo en la mitad, se produce el derrumbe.
Por supuesto que la teoría es más compleja que esta breve y, espero, simple explicación del ocaso de las civilizaciones, pero el punto que quiero destacar es que estos procesos se producen por una urgente necesidad de las civilizaciones de responder a sus necesidades en el menor tiempo posible lo que exige una respuesta eficaz de quien gobierna y, ante la ineficacia de dar esa respuesta, la civilización desaparece.
Sin querer ser un agorero o vidente de desastres, la racionalidad y los procesos sociales de este último tiempo me hacen detener en esta interpretación (evolutiva) de la historia que puede estar dando luces de lo que se viene pues, si los nuevos representantes no son eficaces en la solución para todos y no para una facción solamente, no es descabellado asumir que estaremos en una crisis institucional que se asemeje a la destrucción de una civilización en la forma que la conocemos y por ello la exigencia de eficiencia que se plantea a quienes son electos y el breve lapso de tiempo que dicha confianza se mantiene, pues ya no existe tiempo para enmendar y así quedó demostrado con el proceso constitucional anterior.
Por lo demás, nadie puede vivir eternamente en una oscilación como la hace el péndulo, menos una sociedad.