“No todas las quimioterapias son iguales”
- Profesionales hacen énfasis en la importancia de la detección
oportuna, e instan a realizarse los exámenes preventivos.
Diariamente doce personas se someten a tratamiento para combatir su cáncer en el Hospital Clínico. La terapia más común es la quimioterapia, a cargo de un equipo multidisciplinario, que los apoya en cada parte del proceso. Y, es que además es la única unidad de esta especialidad en la región.
La quimioterapia consiste en la administración de drogas cuyo objetivo es evitar la multiplicación de las células cancerosas, la invasión a los tejidos adyacentes o el desarrollo de metástasis.
Mario Agüero Vásquez, enfermero de la unidad, explica que atienden a pacientes tanto con tumores sólidos como con diagnóstico hematoncológico. Los cánceres más comunes son: mama, colorrectal, próstata, pulmón y estómago.
En esta unidad no sólo se administra la quimioterapia. “También aplicamos terapias biológicas e inmunoterapias”, sostiene el enfermero, en un trabajo en conjunto con oncología médica y hematólogos.
En promedio hay 15 ingresos mensuales. Son pacientes nuevos, recién diagnosticados y que ingresan con la indicación de tratamiento sistémico. El promedio de atención semanalmente es de 50 personas.
La enfermera supervisora del Servicio de Oncología, Pamela Calbún Vargas, complementa que el paciente tiene varias vías de ingreso, siendo la principal a través del comité oncológico, donde participan el oncólogo, radioterapeuta, anatomopatólogo y los médicos de las distintas especialidades, ginecología, urología, entre otros. Ahí se evalúa el caso de cada uno y el tratamiento a administrar, que puede ser quimioterapia, cirugía o radioterapia.
Agüero agrega que luego de la evaluación del comité, los pacientes pasan a la unidad de gestión de casos, encargada de gestionar la hora con el oncólogo, que es el primer médico que lo ve y le explica cómo es el proceso de quimioterapia y su plan de tratamiento.
“No todas las quimios son iguales, no a todos se les va a caer el pelo, no a todos les da vómitos o náuseas, no todos van a tener los mismos efectos adversos, eso va a depender del protocolo. Lo único que es transversal en los pacientes, son la fatiga y la baja de las defensas, que son los glóbulos blancos”, subraya la enfermera supervisora.
La relación con pacientes
Sobre su relación con los pacientes, Pamela Calbún confiesa que el 90 por ciento de ellos llegan vulnerables, con mucho miedo. El primer encuentro es con el médico que les da el diagnóstico y les explica cuáles son las opciones de tratamiento. “Cuando nosotros lo tomamos, buscamos reducir la ansiedad contestando sus preguntas”.
En la misma línea, Agüero acota que “intentamos que ellos comprendan que nosotros también vamos a hacer parte de este proceso, que los vamos a estar acompañando y que siempre están las puertas abiertas a quienes nos consulten, somos su primer nexo ante cualquier cosa, porque igual existe mucho desconocimiento, mitos, entonces ante esto siempre es mejor preguntar a los profesionales”.
Los enfermeros agradecieron a la comunidad, a sus pacientes que continuamente están transmitiéndoles sus muestras de cariño. “Estamos muy agradecidos de ellos y decirles que lo que hacemos es por vocación y sobre todo porque queremos ayudarlos en todo lo que podamos, ojalá pudiéramos hacer más, pero todo lo que está a nuestro alcance lo hacemos”, enfatizó Pamela.
Llamado
Esta profesional hizo un llamado al autocuidado a la población, que no tengan miedo de realizarse chequeos médicos, que cuanto antes se detecte el cáncer será mucho mejor el resultado, sobre todo si hay antecedentes familiares. Por ejemplo, apunta, el cáncer de mama tiene una gama de tratamientos y esquemas. Y habló desde su experiencia personal. “El año pasado me detectaron un cáncer de mama que estaba recién empezando y me salvé de la radioterapia, sólo me hice la quimioterapia y me operé, y estoy sana, de ahí el llamado a un diagnóstico precoz tienes mayores
posibilidades de sanar”.
La Unidad de Quimioterapia nació en el hospital antiguo. Hay registros de quimioterapias realizadas en 1986. Funcionaba en el segundo piso, por calle Angamos. Había una sala con 3 sillones. Obviamente, la cantidad de pacientes era mucho menor, en el mes eran alrededor de 15. En 2010 cuando se trasladaron al nuevo Hospital Clínico, se creció en espacio y se reforzaron los equipos.