El drama de un pensionado con pérdida de audición
La pérdida de audición en las personas mayores les puede producir tristeza, depresión y aislamiento, sobre todo porque tienen problemas para comunicarse y miedo a cometer errores.
A sus 80 años, Rubén Gallegos Alvarez, un ex deportista, es un discapacitado auditivo, por lo que debe usar un implante coclear, consistente en un pequeño dispositivo electrónico que ayuda a las personas a escuchar.
A los 62 años se pensionó a causa de una enfermedad profesional. Su oficio, soldador, le pasó la cuenta. Es un rubro donde la exposición continua a gases de soldadura aumenta el riesgo de la pérdida de audición.
Hace 8 años que usa dicho aparato electrónico, sin embargo éste se le echó a perder, por lo que fue necesario viajar a controlarse a Santiago, en la clínica de la Mutual de Seguridad a la que se encuentra adscrito, con todos los gastos que ello demanda. “Estuve más de un mes en Santiago, allá me sometieron a un examen de audiometría, buscando que me cambiaran el implante coclear. Lo cierto es que no conseguí absolutamente nada. Sólo me dijeron que un ‘día lo vamos a llamar’. La excusa que me dieron es que cambiaron de empresa proveedora de audífonos, por lo que volví sin solución a mi problema auditivo”.
Gallegos hizo público la indiferencia ante los adultos mayores, sobre todo “si vivo solo. No quiero que se rían de los viejos. Si alguien está dispuesto a ayudarme se lo agradecería. Sólo pido tener nuevos audífonos para escuchar y comunicarme”, concluyó este vecino del barrio 18 de Septiembre, para lo cual dejó su número de contacto: 987363240.