“El Boom Doméstico”, María Pilar Donoso

La semana recién pasada nos referimos a “Historia Personal del boom” del escritor nacional José Donoso, es una edición de 1987 que agrega a la primera de 1972 el apéndice “El boom doméstico” de María Pilar Donoso (su esposa) y el apartado “Diez años después” del mismo Donoso. 

Pilar comienza su relato evocando la navidad de 1971 en Calaceite, un pequeño pueblo del Bajo Aragón, España donde vivían en esa época. Ese año reciben una llamada de la “Gaba”, Mercedes Barcha, esposa de Gabriel García Márquez (el “Gabo”) invitándolos a pasar Navidad y Año Nuevo en su casa de Barcelona. La escritora abunda en detalles respecto de la precaria existencia que llevaban en Calaceite.  

Cuando llegan donde “Gabo” se encuentran con los Vargas Llosa y con Julio Cortázar y su esposa lituana Ugné Karvelis; sólo faltaba -el que a juicio de la autora- era el galán del grupo: el mexicano Carlos Fuentes.

Eran tiempos de amistades férreas, como la de Vargas Llosa con García Márquez que terminó abruptamente con el certero mazazo que el peruano le propinó al colombiano en 1976 en México. Versiones de este último episodio hay unas tantas y no vamos a entrar en ello, sólo agregaremos que en una de sus visitas a Chile un periodista local le consultó a Vargas Llosa porqué le había pegado a García Márquez: “por hacerme preguntas indiscretas” fue la respuesta del escritor.

“Pero amistad, verdadera amistad, con profundo cariño, reconocimiento y admiración, era la que unía entonces a Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. Vivían a una cuadra de distancia, a la vuelta de la esquina, literalmente, en el barrio barcelonés de Sarriá. Se admiraban, disfrutando de su mutua compañía, de sus interminables conversaciones, de los paseos que juntos hacían por las calles de la ciudad, y Mario escribía sobre Gabo”, señala Pilar Donoso, quien también alude a la gran cercanía entre su marido y Carlos Fuentes. Ambos fueron compañeros en el colegio cuando Fuentes vivió en Chile, pues su padre había sido embajador. De Cortázar apunta que era el más impenetrable de todos, un tipo cortés, amable, pero que no daba, ni buscaba intimidad. Todas estas relaciones en su momento se extendieron a los hijos y los padres hablaban jocosamente del “mini-boom”.

La autora nos comparte las opiniones de estos escritores sobre las mujeres; como Vargas Llosa que decía que el “el único intelecto femenino” que respetaba era el de Aurora Bernárdez, la primera esposa de Julio Cortázar. García Márquez, en tanto, afirmaba sin tapujos que “detestaba a las mujeres intelectuales”. Pero el machismo no sólo era discurso en el “boom” y había “roles” asignados de hecho a las mujeres: secretarias, administradoras del tiempo de sus maridos y de la economía del hogar o barreras infranqueables para los “intrusos” (“fans” sobrepasados o periodistas, por ejemplo). Por su parte, Pilar Serrano (1926-1997) pintora y escritora boliviana, la esposa de José Donoso, eligió vivir a la sombra de su marido en un discreto segundo plano, incluso adoptó su apellido y circuló por la vida como María Pilar Donoso.

Esa noche previa a la Navidad de 1971 en un restaurante de Barcelona, María Pilar aprecia los primeros síntomas de quiebres en el grupo, uno de los detonantes pudo haber sido el caso del poeta cubano Heberto Padilla, encarcelado por la dictadura de Fidel Castro. Este distanciamiento lo vivió en carne propia José Donoso y lo cuenta en 1987 en “Diez años después”: “Los vi a él y a Mercedes en un festival de cine en la Unión Soviética hace tres años. García Márquez era el gran ícono literario de ese encuentro cosmopolita, posición que su fidelidad política, fuera de su calidad literaria, le granjeaba: pero su conducta, un tanto desprovista de humor, es decir, de ironía para verse a sí mismo sin confundirse con sus propios necesarios disfraces, me lo alejó un poco. Comprendo que sentí mi viejo afecto por él un poco lesionado, y por eso estoy escribiendo este retrato de él que quizá peque de poco generoso. Sin embargo, no puedo dejar de sentir nostalgia por ese Gabo, de Barcelona, cerrando las cortinas de su casa a las cuatro de la tarde «porque es demasiado temprano para tomar whiskey, que a mí me gusta comenzar a tomar cuando ya está oscuro», escuchando a Béla Bartók”.

El texto de María Pilar Donoso nos parece de una riqueza inestimable por abordar con valentía y fidelidad, y a través de un muy cuidado relato, aspectos íntimos de una élite literaria sin parangón.  

Nota: en la foto de izquierda a derecha: Mario Vargas Llosa, su esposa Patricia Llosa, Mercedes Barcha, José Donoso, María Pilar Donoso y Gabriel García Márquez. 

 * “El boom doméstico”, Pilar Serrano; en “Historia personal del boom”, José Donoso (págs. 102-152). Editorial Andrés Bello, S.A., Santiago, Chile: 1ª Edición (Andrés Bello) 1987 (también incluido en ediciones posteriores).