Necrológicas

– Patricio Ernesto Calderón Oyarzún

El testimonio de una hija que cuida a madre con Alzheimer

Domingo 28 de Mayo del 2023

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Uberlinda Godoy Santana, de 94 años, tiene Alzheimer, una condición que produce un deterioro gradual en la memoria, del pensamiento, del comportamiento y de las habilidades sociales. Hoy es una persona dependiente y su hija Consuelo Godoy Godoy ha sido un apoyo fundamental.

Consuelo es cuidadora desde agosto de 2022, pero esto comenzó años antes. Fue en 2018 cuando se dieron cuenta de que algo le pasaba. “Anduve tocando varias puertas y ese año ingresamos al Programa Punta Arenas Te Cuida, un tremendo equipo y es que ellos han sido excelentes, vienen todas las semanas y le dan una buena atención”, recuerda.

La hija explica que Uberlinda siempre fue una persona sana y fue sólo cuatro veces en su vida al hospital. “Mi mamá come toda la comida sin sal, come mucha verdura y toma mucha agua. Mi mamá no tiene problemas de colesterol, ni de presión alta, le acaban de hacer un montón de exámenes. Salieron todos bien”, señala.

Recuerda que su progenitora comenzó a tener dolores de cabeza y ahí le realizaron un escáner, y el médico le indica que hay un infarto cerebral anterior. “Me dijo: ‘hay unas lucecitas que se están apagando’, y sugirió que la derivemos a un especialista y ahí fue cuando comenzó la demencia”, recuerda.

Uberlinda era una mujer activa, ya que cocinaba y se encargaba de todas las labores de su casa, pero de repente comenzó a tener una serie de complicaciones. “Nosotros le preguntábamos si se sentía bien. Después empezó a quedarse parada y me decía ‘no se qué me pasa’. Igual que ahora hay veces en que igual se da cuenta y ahora se me aprieta el corazón y no sé qué decirle”.

 “Yo no lo veo por el hecho de ser cuidadora, porque yo por mi mamá doy mi vida, pero es doloroso cuando ves que tu madre se olvida, que ella está viva y se olvida comer o ir al baño. Yo sé que esto va más allá. El médico me dijo ‘que después se le va a olvidar respirar, y ahí vamos a intervenir nosotros’”, agrega.

Así que como familia buscan regalarle momentos especiales, así la llevan a tomar café o de paseo, celebran con disfraces y hacen todo lo posible porque ella pueda ser feliz. Consuelo resalta que “gracias a Dios me ayudan un montón, me saqué el loto con mis hijas y con mis nietas que me ayudan y la hemos rodeado de amor”.

“A veces se levanta a las tres de la mañana y me dice ‘vamos a almorzar’. ¿Y yo qué hago? Me levanto acá, tomamos té y nos ponemos a conversar. Otras veces se despierta y empieza a llamarme y llora, me dice ‘tengo miedo’. El otro día dijo ‘extraño a mi mamá’ y su mamá murió cuando ella tenía 8 años… Con ella no me enojo y es que ella hizo tanto por mí, me dio buenos estudios. Ella nunca me soltó y yo tampoco, a veces demoramos dos horas, pero llegamos y lo único que pido es que tenga vida… Yo siempre dije ‘no me imagino la vida sin mi madre’, pero una vez no me recordó, yo la solté y dije ésta es la ley de la vida’ y mientras viva la tenemos que llenar de amor, que viva lo mejor posible”, reflexiona.

La misma “Ube” les dijo, que cuando muera, no quiere a nadie llorando, quiere colores, quiere batucada y quiere ranchera.

Cuidando al cuidador

Consuelo señala que ha hablado con muchas personas cuidadoras que reconocen que no saben cómo reaccionar y qué hacer cuando les pase algo. Por ejemplo, primeros auxilios, y las cosas que hay que tener a mano ante cualquier situación.

Otro de los temas que para Consuelo es clave, es poder contar con una licencia para cuidar, para poder dedicarse a cuidar y es que ellos no se pueden quedar solos. Para ella, es necesario contar con una protección económica para poder cuidar.

La lucha por recordar

A Consuelo le gusta la fotografía y en pandemia, surgió la idea de hacer retratos de la familia para que su mamá no se olvide de ellos. “Eso fue en pandemia. Un día le pedí a una amiga que nos sacara fotos en plena Costanera, cuando no podía salir nadie y le pedí a mi familia que todos fueran. Todos llegaron con cara de ‘tuto’ a las 9, y nos hicimos las fotos. Ahí está toda la familia y llevamos a mi mamá con frazada y todo. Entonces, las niñas le preguntan ¿dónde estás tú? ¿quién soy yo? ¿cál es mi nombre?”.