Necrológicas

“Notas para una película”

Domingo 4 de Junio del 2023

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Guillermo Muñoz Mieres

Periodista

Chile- Francia 2023

Director: Ignacio Agüero

Se exhibe este martes 6 de junio a las 20 horas, a través del programa Miradoc, en Cine Sala Estrella

El documental se inicia con un amplio cielo recortado por el borde de un mar, mientras en el límite de ambos un barco ¿o un submarino? se divisa en el fondo como si se tratara de un espejismo. En aquellos breves segundos se escuchan golpes de una puerta que cualquier espectador distraído podría confundir con un ruido externo. Pero no es así. Luego viene la oscuridad  e irrumpe el paisaje de un sector de La Araucanía con el propio director del documental, Ignacio Agüero, introduciendo la historia.

Es el relato del ingeniero belga Gustave Verniory, quien llega desde Europa a Chile contratado por el gobierno de Balmaceda para hacerse cargo de las obras ferroviarias que permitan el avance del tren desde Victoria a Toltén en la zona de La Araucanía y que hace sólo unos pocos años fue integrada a sangre y fuego al Estado chileno. Su paso por este territorio lo escribió en primera persona en el libro “10 años en La Araucanía 1889-1899” y es este el material que Agüero elige a través de extractos para reflexionar sobre el origen del conflicto en La Araucanía, la odisea de Verniory y también sobre el propio lenguaje del cine.

Por eso es un actor llamado Alexis el que interpreta al ingeniero, a veces Ignacio Agüero le corrige sus parlamentos, se combina el personaje ficticio con el paisaje moderno de La Araucanía y en otras ocasiones, la historia parece estar entrando en una película de ficción. Es la tensión del cine en su intento obsesivo y a la vez poético de  querer atrapar de mejor forma la realidad.

Y es el oficio de un cine de autor de casi medio siglo de Ignacio Agüero, uno de los realizadores y documentalistas más importantes del cine nacional y latinoamericano y quién cuenta entre sus obras más emblemáticas con “No olvidar” (1982), un conmovedor testimonio sobre las violaciones de los derechos humanos durante los primeros años del régimen militar y, en la conclusión de aquel periodo; “Cien niños esperando un tren” (1988) sobre el taller de cine de la profesora Alicia Vega en una población vulnerable de Santiago y que, a modo de despedida y vergüenza, el organismo de censura de aquellos años decidió restringir su acceso al público.

En democracia, Agüero fue consolidando su filmografía con obras que combinan la nostalgia con la denuncia. Allí están “Sueños de hielo” (1993) sobre la epopeya del traslado del iceberg que Chile montaría en la Expo Sevilla del ’92; “Aquí se construye (o ya no existe el lugar donde nací)” (2000) sobre la imposición de la modernidad en el viejo barrio de Santiago; y “El diario de Agustín”(2008), sobre la manipulación informativa del diario El Mercurio durante el régimen militar.

“Notas para una película” integra la visión de mundo reflejada de sus obras anteriores, tales como la historia individual y colectiva que pasito a pasito construyen la historia de Chile, la aplastante llegada de la modernidad reflejada en la llegada del tren, también en los relatos de los choques violentos entre la comunidad mapuche y los nuevos colonos asociados al Ejército; y en la historia de arraigo del propio Verniory, quien a través de las cartas con su madre, deja entrever que quizás en este territorio, aún tensionado, ha encontrado su lugar en el mundo.

Pero sobre todo, “Notas para una película” es una reflexión del cine autoral de Ignacio Agüero sobre las capacidades del cine para buscar a través de la amplitud de sus lenguajes y géneros esa verdad que a veces es tan escurridiza y que quizás, a pesar del esfuerzo, nunca se encuentra.