Nova Austral culpa de su crisis a “duras sanciones” de la autoridad ambiental
- Compañía solicitó su reorganización para reestructurar
sus pasivos y asegurar su continuidad operacional.
El “endurecimiento del estándar fiscalizador” y la “invalidación de autorizaciones para relocalizar centros de cultivo”, surgen como dos de las causas argumentadas por la empresa Nova Austral para pedir su reorganización.
Lo anterior se desprende de la presentación que la compañía efectuó en el Juzgado de Letras y Garantía de Porvenir, en la cual solicitan su reorganización para reestructurar sus pasivos y asegurar su continuidad operacional de la compañía.
De acuerdo con Pulso, de La Tercera, en el escrito la compañía de capitales noruegos detalla que sus pasivos suman US$559millones ($449.636 millones), manteniendo tres empresas como acreedoras principales: Nordic Trustee (US$415 millones); DNB Bank (US$69 millones) y Skretting (US$23 millones). Estas representan el 89% de la deuda, seguidas de proveedores nacionales con 10%, y proveedores extranjeros con 0,09%.
En cuanto a los motivos que la llevaron a su reorganización, se argumentan el “endurecimiento del estándar fiscalizador”; la falta de reconocimiento de las mejoras operacionales de la compañía”; la “invalidación de autorizaciones para relocalizar centro de cultivo” y la “emergencia sanitaria producto de la pandemia del Covid-19 en Chile”.
“La Superintendencia del Medio Ambiente (“SMA”) aplicó sanciones a Nova Austral sin precedentes en la historia de la industria. En efecto, la SMA revocó permisos ambientales de centros de engorda salmónidos de Nova Austral muy relevantes para su operación, mientras que Sernapesca aplicó duras sanciones que limitaron las cosechas de otros de sus centros. Se suma a lo anterior, la retención por parte de la justicia de recursos por gratificaciones correspondientes a la Ley Navarino, que superan los $7 mil millones de pesos. Todo lo anterior ha significado una disminución de la producción de la compañía a un tercio respecto de lo que era hace unos pocos años, lo que evidentemente ha afectado el flujo de la compañía y ha dañado su capacidad para cumplir los compromisos con sus acreedores”, se menciona en la presentación.
“Duras” sanciones
Se agrega que “las duras sanciones aplicadas por la autoridad no han tomado en consideración las acciones proactivas de Nova Austral para asegurar una operación respetuosa con el entorno, la regulación y el medioambiente. Desde hace cuatro años que Nova Austral cuenta con una administración totalmente renovada, que se ha preocupado de corregir procesos y reforzar controles internos para elevar al máximo sus estándares éticos y de cumplimiento, con acciones que incluyen la creación de una gerencia de compliance normativo como también la implementación de un canal de denuncias gestionado por una entidad independiente. Estos, y otros importantes esfuerzos operativos, le han permitido a Nova Austral recuperar las certificaciones acuícolas más exigentes de la industria (Bap y ASC), que se otorgan con auditorías externas, y que garantizan una producción de salmones con los mayores estándares medioambientales y de sostenibilidad”.
De acuerdo con Pulso, el texto menciona que “en el último tiempo, por medio de procedimientos judiciales, se dejaron sin efecto una serie de Resoluciones de Calificación Ambiental del Servicio de Evaluación Ambiental, en virtud de las cuales se habían aprobado proyectos que buscaban relocalizar centros de cultivo de Nova Austral. Lo anterior afectó seriamente la producción de la compañía, pues para poder relocalizar parte de sus concesiones actuales deberán gestionarse nuevamente los trámites necesarios desde cero, con las implicancias de tiempo, costo e incertidumbre que ello genera”.
Se añade que “la emergencia sanitaria producto de la pandemia del Covid-19 en Chile y en el mundo, así como factores económicos internos y externos, han influido de modo tal que se ha provocado un aumento generalizado de los insumos, incremento de costos, fletes, mano de obra, así como también han implicado, lamentablemente, el cierre de algunos mercados relevantes para la compañía”.
Seguir en operaciones
Sobre el objetivo de la compañía, aseguran que se quiere “seguir operando, y evitar que se vean afectadas miles de familias de la región que dependen de la compañía para su sustento, los accionistas han hecho un gran esfuerzo evaluando opciones, buscando alternativas de financiamiento y proponiendo acuerdos a sus distintos acreedores con el objetivo de superar la complicación momentánea por la que pasa Nova Austral. Sin embargo, a la fecha no ha sido posible encausar las diversas posiciones e intereses en juego para lograr un acuerdo global que permita reestructurar las deudas netamente financieras y asegurar la continuidad operacional de la compañía”.