Suboficial de Ejército es condenado a 12 años de cárcel por tráfico de armas
La justicia condenó al sargento segundo del Ejército Víctor Gabriel Roa Alburquenque a 12 años de presidio efectivo, en calidad de autor de los delitos consumados de tráfico de municiones, tráfico de arma prohibida y tenencia ilegal de arma de fuego; todos ilícitos perpetrados en junio de 2018, en las comunas de San Miguel, Maipú y Lo Espejo.
Además, se condenó a Jonathan Joan Olave Ahumada a la pena única de 13 años de presidio, más accesorias legales, “en calidad de autor de los delitos consumados de tráfico ilícito de municiones, tráfico de arma prohibida y tenencia ilegal de arma de fuego”.
Las juezas Andrea González, Paula De la Barra y Mariela Hernández dieron por acreditado, más allá de toda duda razonable “que durante los primeros meses del año 2018 la Fiscalía Regional Metropolitana Sur desarrolló una investigación en contra de Jonathan Joan Olave Ahumada por delitos de tráfico de drogas, de armas de fuego y municiones, en el curso de la cual, se detectó que un funcionario en servicio activo del Ejército de Chile, posteriormente identificado como Víctor Gabriel Roa Alburquenque, abastecía a Olave Ahumada de diversos elementos sujetos a control de la ley 17.798”.
A los condenados se les encontraron a bordo de un auto 1.000 cartuchos calibre punto 38, un fusil semiautomático marca Interarms, modelo Aka 47, calibre 762 por 39 milímetros, además de 161 cartuchos del mismo calibre y un supresor de sonido compatible con el cañón del fusil.
En allanamientos posteriores, la PDI incautó una pistola semiautomática, marca Famae, calibre 6,35, serie N° 18601, con su respectivo cargador y seis cartuchos del mismo calibre, no apta para el disparo; 2.044 cartuchos calibre .22 Long Rifle, 107 cartuchos calibre .308 Win, 61 vainillas calibre .50, y una pistola semiautomática, marca Smith & Wesson, modelo M&P 9 Shield, calibre 9 por 19 milímetros, serie NºHSU0404 con su respectivo cargador y 7 cartuchos 9 por 19 milímetros, que Roa Alburquenque poseía sin contar con la autorización legal correspondiente.
Además, en los domicilios utilizados por Olave Ahumada se encontró una caja de cartón que contenía en su interior seis granadas de mano de fragmentación y tres bolsas plásticas transparentes, contenedoras de cocaína base, con un peso bruto de 556,2 gramos.
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