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Madre relata su experiencia de vivir con una abertura artificial de la pared abdominal

Domingo 9 de Julio del 2023

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Rossana Oyarzún Montesinos tiene 45 años. Vivió una compleja enfermedad que la tuvo al borde de la muerte, cuando ella tenía 23 años y su hijo un año de vida. En 2021 fue sometida a una ileostomía. Se trata de una cirugía en que le extraen una parte del intestino por el estómago para que pueda defecar, un procedimiento que implica una serie de cambios físicos y psicológicos en los pacientes.

Fue justamente esta condición de ser una persona ostomizada, la que la llevó a impulsar la agrupación de Osteomizados de la Patagonia que ha comenzado a dar sus primeros pasos en el Hospital Clínico de Magallanes realizando talleres de cuidado para pacientes y familiares en el Hospital Clínico de Magallanes. Se trata de una instancia abierta a pacientes, familiares y cuidadores. El próximo taller se realizará el 18 de julio, a partir de las 15 horas, en dicho centro asistencial.

El año 2021, Rossana Oyarzún Montesinos sufrió graves complicaciones en el colon, que la tuvieron en riesgo vital y estuvo hospitalizada mucho tiempo, recuerda que fueron dos o tres meses, para luego volver a su casa, con “la bolsita” donde la esperaba su hijo Felipe, que tenía un año. Reconoce que al principio fue una experiencia muy dura, porque era muy joven, ella tenía 23 años y fue “muy chocante” el cambio.

Pero también era mamá y toda su energía estuvo en su hijo. Con el tiempo conoció a otras personas que también estaban osteomizadas, conoció historias muy complejas y la verdad es que fueron años antes que se dieron cuenta de lo que había superado.

“Ponerme la bolsita fue una experiencia muy difícil, pero he aprendido con los años que es llevadero y gracias a mi bolsita tengo vida, por eso es que nuestro eslogan es ‘Pon una bolsita en tu vida’ porque creo que la forma en que vayas enfrentando esto te va a ayudar”, explica Rossana, quien agrega que en este complejo proceso de aceptación, su familia ha tenido un rol fundamental, su hermana María Eugenia y se emociona al hablar de ella, quien la ha acompañado en todo el proceso de enfermedad que se ha prolongado por más de 20 años

En su caso, recuerda que después que se le ulceró el colon y de la ileostomía, ella comenzó con otra sintomatología, que la obligó a consultar a especialistas en Santiago. Al final, se le diagnosticó la enfermedad de Crohn, que es una patología inflamatoria intestinal. “Se trata de una patología autoinmune que produce inflamación intestinal, en los huesos, hubo un tiempo en que no me podía levantar, que estaba con licencias médicas. Entonces aparte de mi bolsita, con la que estaba bien, comencé a tener otros problemas”, explica.

Ahora se encuentra en terapia biológica, pero en esos años sufría las complicaciones de los procesos inflamatorios que produce esta enfermedad.

Si bien hay casos en los que los pacientes osteomizados que se vuelven a conectar el tránsito después de algunos meses, en el caso de Rossana esto no se pudo porque al tener una enfermedad inflamatoria instestinal se podrían producir fístulas perianales, lo que le impediría evacuar por el recto por el riesgo de infección, por lo que el médico no recomendó la reconstrucción.

“Pasé mucho tiempo en el hospital, pero de eso he aprendido, cuando me quise reconstituir fue una decisión muy importante, porque en el hospital estuve a punto de morir y había un trauma muy importante. Cuando el médico me dijo que había una posibilidad, yo lo pensé y decidí que estaba lista para volver al hospital. Pero tras los exámenes y ante las complicaciones, la viabilidad de que el procedimiento tuviera complicaciones, finalmente decidí seguir con la bolsita. Cuando acepté eso, me alivié ”, afirma Rossana.

En medio de este proceso comenzó a conocer a otras personas, pacientes, que también viven con su condición. “Cuando salí del hospital, nadie le instruyó de su enfermedad, de cómo poner las bolsitas o las indicaciones que habia que seguir… En Arica e Iquique, hay policlínico para personas osteomizadas, en Punta Arenas ni siquiera hay enfermeras osteoterapeutas”.

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