Considerable baja tanto en el número de animales como en kilos de carne de cordero faenados
- Diversos estudios hacen énfasis en la imperiosa necesidad de recuperar
los pastizales naturales y dar sustentabilidad a la ganadería regional.
Diversos estudios a nivel global han llegado a la conclusión que la recuperación del ecosistema de pastizales es fundamental para proporcionar servicios ecosistémicos, incluido el almacenamiento de carbono, la regulación del agua, soporte para una biodiversidad y la producción de alimentos. En este sentido es posible evidenciar que en 20 años consecutivos de la historia ganadera de la región donde se observa un considerable descenso tanto en el número de animales como en kilos de carne de cordero faenados.
Lo anterior se puede constatar con los registros del Servicio Agrícola y Ganadero, donde se observa que para el año recién pasado (2022) se faenaron un total de 517.714 cabezas de ovinos, de los cuales, 288.373 corresponden a la categoría corderos con 3.730.535,4 kilos vara; lo que contrasta con los datos del año (2002), donde se faenaron un total de 680.880 cabezas de ovinos de los cuales 443.720 correspondieron a la categoría de corderos con 5.060.998 kilos vara de carne. Estas cifras plantean que tanto la recuperación de pastizales nativos y seminaturales son un desafío pendiente, sobre los efectos futuros en la seguridad y soberanía alimentaria para nuestra región.
Explica la seremi de Agricultura que la geografía de nuestro territorio regional, según lo describe la agenda de innovación estratégica ovina para carne y lana (2015), presenta una superficie de 1.100,00 ha de terrenos agrícolas; 3.058.928,80 ha en praderas y matorrales y 2.671.780,20 ha de bosques de una superficie total de 13.229.720,10 ha, quedando el sector silvoagropecuario reflejado con un total de 5.731.809 ha, lo que también nos plantea un desafío y nos interpela de cómo se ha desarrollado el pastoreo en la Patagonia
Trabajo Inia Kampenaike
Los pastizales nativos, como el coirón, son base del desarrollo de la ganadería extensiva en la Región de Magallanes y de la Antártica Chilena, sin embargo, el sobrepastoreo ha generado degradaciones en estos ecosistemas que cubren un extenso territorio y de aquí la importancia del trabajo realizado por Inia Kampenaike, que busca estimar la cantidad de forraje disponible en pastizales naturales, de acuerdo a un previo análisis en terreno y así poder determinar el uso racional de este recurso, e implementar acciones en la gestión del manejo de la producción ganadera en cada predio.
Capacitación
a funcionarios
Es por esto que durante este periodo se ha realizado una capacitación liderada por el botánico y actual director de Inia Kampenaike, Erwin Domínguez, a profesionales y técnicos de la seremi de Agricultura y servicios asociados como Indap, Sag y Conaf.
Actualmente, explica la seremi Irene Ramírez, existe la necesidad de encontrar estrategias de manejo del pastoreo que permitan maximizar la productividad y mantener la sostenibilidad de los pastizales nativos ante los adversos escenarios climáticos elaborados con la información estadística y satelital elaborada por Inia por lo que se debe mejorar la gestión y eficiencia en el manejo.
Es por esto, agrega Ramírez, que es importante que esta herramienta que ha puesto a disposición el Inia a través de un manual para estimar el forraje disponible en pastizales naturales, sea asimilada por los funcionarios del Ministerio de Agricultura, especialmente de los servicios que se encuentran en terreno con los diversos proyectos y programas que tienden a revertir esta situación.
El director del Inia, manifiesta que el uso racional de los ecosistemas para estimar la cantidad de forraje de pastizales naturales disponibles es posible a través de una metodología que al menos debe considerar cinco factores básicos de manejo, ellos son: 1) carga animal adecuada, 2) especie animal (conocer las demandas nutricionales), 3) época de pastoreo, 4) distribución del pastoreo y 5) frecuencia de pastoreo.
Las diferencias entre los sistemas de pastoreo se deben a la variación de estos factores junto con las condiciones climáticas, como son especialmente las heladas en primavera y la nieve en invierno, siendo los meses de septiembre y octubre claves para el crecimiento de la oferta de forraje, explica el directivo del Inia, quien ya ha tenido la oportunidad de transferir esta metodología a los ganaderos que han participado en los programas de transferencias territoriales integradas, conocidas como PTI Ovino realizado en Tierra del Fuego.
Efectos del pastoreo
Según los estudios realizados en pastizales los efectos del pastoreo se evidencian en los cambios que se generan en la composición (riqueza de especies), estructura (las gramíneas y las hierbas son remplazadas por arbustos) y cambios en la productividad (biomasa “forraje”). Esto quiere decir, explica Domínguez, que el pastoreo cuando no es sustentable afecta directamente la organización y calidad de su biomasa disponible para el potrero, debido a los cambios en la abundancia de las especies forrajeras, las que son sustituidas por especies vegetales de menor valor nutricional y menos palatal (arbustos) para los animales.