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Las Isapres y su actitud contraria a las buenas costumbres

Por Hernán Rocha Domingo 30 de Julio del 2023

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El caos que ha generado el “derrumbe” de las Isapres es sin duda una noticia que nos trae a colación el derrumbe del sistema de las AFP y debemos insistir en que esto tiene sus inicios cuando el país tomó como modelo económico el purismo del mercado como solucionador de todos los males dejados por gobiernos más bien de corte estatista y la única solución era que en este ámbito nos aplicaran “la  solución final”: el mercado. 

Ya nos habían convencido, hasta los más socialistas, que todo lo resuelve el mercado: la educación, la salud, el transporte, la energía, la vivienda. Tal como a las AFP (como Sistema de Previsión Social) y bajo ese prisma, entonces el Estado chileno les entrega en un acto solemne y formal la Salud a los privados. Estos -los privados- asumen tan noble desafío, pero con su propia mirada, que es su razón de existir: ganar dinero maximizando la riqueza de sus propietarios. Pero en 2020 cae sobre nuestras almas la pandemia, con un sistema no preparado para aquello y surge así el primer anuncio implícito que el sistema de Salud con tendencia a lo privado y mercantil no es capaz de resolver el problema de las personas, es ineficiente, no está a la altura de un sistema de Salud universal. Reconocido por los propios impulsores del sistema que en ese momento están en el Gobierno, entre líneas reconocen el equívoco.

Pero, ¿Como se sostenían las Isapres? Según la Superintendencia de Salud, los Estados Financieros 2012-2019 (es decir antes de la pandemia) muestran que los ingresos de las Isapres fueron de $18.723.734.722.537 o expresado en letras: dieciocho billones setecientos veintitrés mil setecientos treinta y cuatro millones setecientos veintidós mil quinientos treinta y siete pesos. El presupuesto de la nación el 2019 fue de $50.879.683.923.000 y los ingresos de las Isapres en igual año $2.984.758.147.000. Así,  los ingresos de las Isapres equivalen al 6% de ese presupuesto nacional. ¿Por qué la comparación? Porque los $2.984.758.147.000 sólo es para pagar las prestaciones de salud privada y los $50.879.683.923.000 es pagar todo el gasto de la Nación, incluida la Salud Pública. Sigamos. Los Costos de Venta de las Isapres (2019-2021) fueron de $16.402.156.912.883, es decir, tienen un remanente de $2.321.577.809.654. 

Los Gastos de Administración y Ventas fueron de $2.160.071.425.000. Existen otros ítems, pero por materialidad no son considerados. En definitiva, el resultado del período consultado de las Isapres resulta en:

Ingreso $ 18.723.734.722.537

Costo Venta $ 16.402.156.912.883

Res Exp $ 2.321.577.809.654

GAV $ 2.160.071.425.000

Res 2012-2019 $ 197.213.936.000

Para mejor entendimiento, ciento noventa y siete mil millones de remanente, beneficio, rentabilidad, o cualquier apelativo que le quiera dar.

Sin ánimo de alargar el análisis, en el patrimonio, que es parte del pasivo (obligaciones), aparecen en el período estudiado $182.565.880.000 como Dividendos Provisorios (es valor que se aprueba para distribuir entre los accionistas). ¿Cómo un resultado tan ajustado permitió grandes distribuciones? Legítimas, por cierto, pero grandes.

Este análisis, técnico, podría plantear la hipótesis que las Isapres han tenido ganancias y han aprobado sean distribuidas porque el flujo para ejecutar el pago está basada en el engaño de sus costos que reiteradamente el Poder Judicial ha indicado no estaban debidamente probados y que, no obstante aquello, las Isapres arguyendo un incremento, aumentaban los planes y se mantenían fuera de la ley. De esta forma, las distribuciones de dividendos seguían, sus acciones por supuesto subían (por efecto lógico del mercado de acciones), y allí el círculo virtuoso de las ganancias se mantenía. 

Realicemos la siguiente simulación: Isapre X, tres millones de afiliados (es decir, ciudadanos que pueden pagar la salud) y les cobran 1.000. Al año siguiente, les dicen: “Usted vale 1.050”. Ud. no reclama, pues reclamar no tiene destino y así, como Ud., dos millones quinientos mil hacen lo mismo. Multiplique, lo que le queda es:

Aquí está toda la trama, las personas, los ciudadanos nos hemos acostumbrado a resignarnos, pues las normas, las leyes, todo, lo ponen los “honorables” y no hay caso contradecir. Así, las Isapres han ganado millones de miles de pesos a través de este truco simple, porque muy pocos fuimos a la Superintendencia de Salud a llenar un formulario que decía que no estaba de acuerdo con el alza, y listo, mi plan seguía igual. Pero eso tiene poco o nada de difusión. Lo que sí tenía difusión eran los recursos de protección y eso ya suena muy complejo para los mortales.

En síntesis, las Isapres han profitado engañosamente del sistema, se han distribuido las ganancias por muchos años y hoy quieren aparecer como víctimas de la ley. Los propietarios, enemigos del Estado, ahora claman por el Estado, y aquellos que han profitado del sistema le acompañan boicoteando o esperando que nuevamente nos olvidemos que el sistema es necesariamente contrario a las buenas costumbres, por no decir algo que moleste.

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