“La memoria infinita”
Guillermo Muñoz Mieres
Periodista
Chile, 2023
Directora: Maite Alberdi
En el Cine Estrella de Punta Arenas y Natales
La primera imagen es un hombre acostado y una mujer que lo despierta, le da buenos días y le hace memoria de quién es ella, quién es él y porque están juntos. El hombre es el periodista Augusto Góngora y ella, su esposa, la actriz Paulina Urrutia, juntos por más de dos décadas, en este país llamado Chile, pero quizás por compartir el arte, en algún momento la rebeldía pero sobre todo ese espacio común de las imágenes.
El alguna vez enfrentó a la dictadura de Pinochet con un noticiero que mostraba lo que no estaba autorizado a mostrarse, mientras que en democracia fue rostro cultural en horario nocturno televisivo. Ella ha sido rostro en el teatro, el cine y la TV, también ministra de Cultura, muchos la recuerdan como la liceana que se quiebra y llora ante las cámaras por su ex pololo delincuente en “Johnny Cien Pesos”(1993), pero no deben faltar quienes rezan todavía pensando en su rostro porque alguna vez hizo de Teresita de Los Andes, la primera santa de Chile.
Ahora ambos son protagonistas absolutos de “La Memoria Infinita”, el último documental de Maite Alberdi, una de las más importantes cineastas chilenas de la actualidad y que decidió registrar los momentos que comparten juntos Paulina Urrutia y Augusto Góngora, quién padece el Alzheimer y por ende la pérdida gradual e inevitable de la memoria, una paradoja de la vida si se considera que la trayectoria profesional de Góngora fue justamente por lo contrario.
Maite Alberdi sigue ese proceso, pero no para exponer el padecimiento de la enfermedad, sino la resistencia de una historia de amor a morir en el olvido. Por eso el documental está construido en una lucha constante entre imágenes actuales y las del pasado, otra paradoja, si consideramos que “La memoria infinita” se estrenó oficialmente en festivales internacionales cuando Góngora aún vivía, mientras que su estreno en las salas chilenas es a 3 meses de su fallecimiento.
Es presente y pasado en un documental que aborda a su vez ese espacio entre la vida y la muerte, una característica del cine de Maite Alberdi con protagonistas en los bordes de ese umbral como en “La once” (2014), donde un grupo de amigas del colegio resisten el paso del tiempo reuniéndose hace 60 años para compartir un tecito y cháchara; o en “El agente Topo” (2020), donde un hombre octogenario hace de espía en un asilo de ancianos.
“La memoria infinita” avanza en un diálogo de imágenes donde la frase que más se pronuncia es una: “Yo soy Pauli, tú eres Augusto” que anuncia la llegada del día, la felicidad de estar juntos y a veces la desesperación cuando llega la noche y él recuerda a sus amigos y sus libros. Sobre todo uno que, otra paradoja, se llama “La memoria prohibida” porque él se la dedicó a ella cuando comenzaron a pololear.
Y sobre estos momentos, están las imágenes de archivos, más jóvenes, construyendo su casa, casándose, divirtiéndose en la playa y donde la palabra que más se pronuncia es un susurro al viento: te amo.
“La memoria infinita” es un documental sobre una historia de amor y también sobre la resistencia. La de Augusto Góngora, un periodista que resistió a la censura desde la trinchera de las imágenes y ahora lo hace contra la enfermedad del olvido; de Paulina Urrutia que resiste a ser olvidada por el hombre que ama; y de ambos, que resisten el paso del tiempo y la llegada de la muerte para que triunfe, por sobre todo, su historia de amor.
Y es la del cine, que se resiste al olvido y por eso, aunque los cuerpos desaparezcan, deja el registro de sus imágenes para que la memoria triunfe y sea infinita.