Incertidumbre: la marca de nuestros tiempos
Hoy concluye en nuestra ciudad el XVII Congreso de Psicología organizado por la red de universidades estatales (CUECH). Por segunda vez, desde que comenzaron estos encuentros, la Universidad de Magallanes ha asumido el rol de anfitrión invitando a académicos, investigadores y estudiantes de las 18 universidades estatales, además de otras privadas, que han deseado estar presente para mostrar sus líneas de investigación y experiencias académicas.
“La psicología en tiempos de incertidumbre” es el lema escogido para esta edición, destacando temáticas relacionadas con la inclusión, ambientalismo, conflicto social, orientación sexual, desinformación, entre otras.
Entre los grandes desafíos que aborda la psicología se encuentra la satisfacción del ser humano, en una temática compleja debido a la diversidad de funcionamientos y dinámicas que presentan las personas, además de la necesaria integración social representada en el fomento de una identificación grupal que facilite asumir roles que nos beneficien a todos, en un contexto que posibilite la individualización que nos lleve a fortalecer una identidad positiva. Crecer es un proceso complejo, donde se desafían de manera permanente las capacidades y competencias que vamos desarrollando gracias a la experiencia. Las personas estamos buscando y propiciando condiciones favorables para alcanzar el mayor control posible sobre los factores que se nos presentan, en una relación directa con las rutinas, es decir, entre más rutinarias las actividades debido a su repetición constante, mayor dominio tendremos sobre ellas. Es lo que más de alguna vez hemos identificado como “zona de confort”, ideal para experimentar comodidad, pero poco recomendable si se desea avanzar a niveles de mayor competencia. Es así como algunas personas están de manera permanente buscando desafíos que renueven su motivación, invirtiendo energía para superar dificultades que han elegido al optar desenvolverse en escenarios más complejos, expuestos al error y al fracaso, pero experimentando una alta satisfacción al comprobar la superación de límites que parecían muy complicados e incluso imposibles de alcanzar. Pero muchas personas optan, o a veces se resignan, por evitar cambios que les lleven a colocar en práctica habilidades y actitudes que no han sido probadas, cayendo en la tentación facilista de asumir la incapacidad a priori ante desafíos con altas probabilidades de error. Donde algunos de manera simplista atribuyen esto a la flojera o desidia, tendríamos que colocar mayor atención pues se relaciona de manera importante con un concepto de “autovalía”, es decir, la percepción de valoración que tenemos sobre nuestra autoeficacia y autoconcepto, donde el miedo de fracasar y, por ende, de hipotecar nuestra propia evaluación de capacidades es más fuerte que atreverse ante lo complicado y asumir eventualmente el fracaso ante sí mismo y los demás. El razonamiento defensivo se basa en que se tiene mucho que perder y poco que ganar, cuando en la práctica es exactamente lo contrario.
Los tiempos que corren se caracterizan por la inestabilidad, por numerosos cambios en corto tiempo que además ofrecen complejidades muchas veces inéditas. Las dinámicas sociales, políticas y económicas, en nuestro país y en el mundo, parecen haber abandonado aguas mansas y prometen adentrarse cada vez más en mareas cuya turbulencia va en aumento. Este ambiente representa en la vivencia psicológica interna lo que llamamos incertidumbre, un estado personal basado en la inseguridad y falta de confianza respecto a los propios medios con que se cuenta. Si bien puede llevar al crecimiento de algunas personas que presentan rasgos de tipo resiliente, muchas otras experimentarán ansiedad, estrés y presentarán importantes dificultades en su salud mental. Resulta imprescindible comprender este funcionamiento para apoyar especialmente a estas personas, empoderando su rol y fortaleciendo estos recursos personales para enfrentar dificultades que no fueron elegidas, pero igualmente colocan a prueba una capacidad de adaptación para la que no se está necesariamente preparado.
Abordar, comprender y disminuir la incertidumbre de nuestros tiempos, un trabajo tan necesario como complejo.