Dos robos en El Rey del Sándwich en menos de un mes

El 12 de enero del 2024, Jorge Fernández, dueño del local comercial ubicado en Avenida España, sector norte, “El Rey del Sándwich”, sufrió su primer robo del año. Las pérdidas fueron avaluadas en dos millones de pesos. Los autores sustrajeron dinero de sus ahorros para vacaciones, un televisor LED de 55 pulgadas, queso, carne de vacuno, cordero y pollo. A menos de un mes, el día de ayer, le volvieron a forcejear la entrada y robar su local.

En ambas ocasiones llegó personal de Carabineros, realizó las diligencias para intentar dar con el paradero de los ladrones. Del primer robo a la fecha no han detenido a ningún implicado, por lo que su dueño pone sus esfuerzos en mejorar la seguridad, partiendo por comprar una puerta nueva, ya que quedó en malas condiciones. Igual que la primera vez, forcejearon la chapa para poder hacer ingreso. Esta vez, el botín que llevaron los antisociales fue bastante más reducido sí, consistente en queso y vienesas principalmente.

“Los vecinos no tienen cámara y al frente fuimos a ver y unos árboles tapan las cámaras. Con mi hijo estamos viendo un buen lugar para ponerlas”, explica Jorge Fernández. Sin embargo, explica que un segundo factor incide en los robos: “Acá no hay mucha vigilancia, porque este es un barrio tranquilo. No se estaba acostumbrado a que pasaran estas cosas, y dos veces”.

De la primera vez optó por no dejar dinero en el local, por miedo a que se repitiera la escena que vio hoy día al llegar a su lugar de trabajo: una puerta forzada y chapa destruida, que advertía de un robo al interior. A sus 70 años, confiesa que “lo que tengo miedo ahora es que cuando yo cierre me estén esperando afuera”.

Este local que tiene ahora lleva más de 12 años funcionando, aunque en el rubro lleva hasta 40 años, habiendo levantado otros “reyes del sándwich” en otras direcciones. “Es lo que da rabia, porque uno salió de bastantes problemas económicos, anduve vendiendo ambulante. Para el terremoto blanco yo andaba vendiendo en la calle no tan abrigado, porque caminando no hace frío. Entonces uno fue juntando los pesitos para instalarse y a estas alturas que esto pase anímicamente te complica”, relata Jorge Fernández.