“La realidad es que hay una pobreza oculta en Punta Arenas que necesita ser reconocida y atendida”

Héctor Aguilar Cárdenas, presidente de la junta vecinal, acusó de abandono y promesas no cumplidas para el bien de los vecinos del barrio. 

Igualmente, planteó su preocupación porque, pese a adjudicarse recursos del programa “Quiero mi Barrio”, éstos no se han transformado en obras.

Joaquín Argel Barrientos

La junta de vecinos Fitz Roy, representada por su presidente Héctor Aguilar Cárdenas, está alzando la voz ante un problema que aqueja a su comunidad desde diciembre del 2022. La población, compuesta por aproximadamente 700 personas, de las cuales ostenta un gran número de personas adultas mayores, acusa que se encuentra en una situación de abandono y desatención por parte de las autoridades locales.

“Quiero mi Barrio”

El programa “Quiero mi Barrio” del Minvu prometía ser una salvación para Fitz Roy. En junio de 2022, la junta vecinal postuló a este plan y, en diciembre,  fueron informados de que habían sido favorecidos con un fondo de mil millones de pesos. Este dinero estaba destinado a cubrir necesidades urgentes como la instalación de cámaras de seguridad, la remodelación de viviendas para adultos mayores y la mejora de la infraestructura general del sector.

Sin embargo, a más de un año y medio de esta promesa, los fondos no han llegado a las manos de los vecinos ni se han materializado en los proyectos previstos. En una entrevista, Héctor Aguilar Cárdenas expresa su frustración: “Ya ha pasado un año y seis meses. No pasa nada con “Quiero mi Barrio”. Nos preocupa que se incluya cierta cantidad de tiempo y nos quiten ese beneficio”.

Una de las mayores quejas que tiene la junta de vecinos es la falta de transparencia en el uso de los fondos. Héctor Aguilar destaca que recientemente se ha comenzado a pavimentar pasajes con dinero del programa “Quiero mi Barrio” sin informar ni consultar a la junta de vecinos. Esta pavimentación, supuestamente participativa, involucra a Minvu, la municipalidad y los vecinos, según lo que relató el presidente vecinal.

“Estamos pavimentando pasajes, muchos de ellos son utilizados por instituciones que no aportaron ni un peso. Nos informaron que estaban utilizando parte de los mil millones asignados a nosotros. Entonces, ¿de qué estamos hablando? ¿Hay transparencia o no?”, cuestiona Héctor Aguilar.

El abandono

Además de la problemática con el programa “Quiero mi Barrio”, los habitantes de Fitz Roy enfrentan un abandono generalizado en varias áreas. Las calles y pasajes del sector están en mal estado y no hay demarcación adecuada para los pasos peatonales. Las micros, el principal medio de transporte, pasan llenas, dejando a vecinos sin la posibilidad de moverse adecuadamente. Los adultos mayores, muchos de los cuales tienen movilidad reducida, enfrentan graves dificultades para adaptar sus viviendas a sus necesidades.

La situación de pobreza es otro aspecto crítico. La junta de vecinos ha implementado una olla común, pero la falta de apoyo hace que mantenerla sea cada vez más difícil. “En los ocho años y medio que llevamos con la olla común, ninguna autoridad ha venido a ver el trabajo que hacemos. Necesitamos ayuda, necesitamos la solidaridad de todos”, se quejó.

La llamada a la acción

Héctor Aguilar Cárdenas hace un llamado a las autoridades para que tomen conciencia de la situación que vive el barrio. “Invito a las autoridades a venir un domingo por la mañana y vea cómo trabajamos. La realidad es que hay una pobreza oculta en Punta Arenas que necesita ser reconocida y atendida”, declara con firmeza.