La importancia de la buena alimentación en la tercera edad
Un problema frecuente en los mayores con cuadros de deterioro cognitivo es que se asocie a trastornos alimentarios, algo que preocupa a su entorno. La adecuada nutrición en cada mayor es uno de los pilares de los cuidados que hay que brindarles. Por eso ir adaptando la oferta según la evolución de cada mayor es muy importante.
La asesoría y guía de parte de los nutricionistas aquí es central, para saber qué alimentos o preparaciones son fundamentales para nutrir adecuadamente a cada mayor. Además la evaluación de un fonoaudiólogo/a determinará si debe alimentarse de alguna manera o modo especial en la consistencia y calidad de lo que ingiere. Por eso es importante el control en ambas especialidades.
Qué comer, qué cantidades, con cuál consistencia y en qué momento del día son certezas e instrumentos con los que las familias programarán la dieta que cada mayor recibirá. Las evaluaciones periódicas y continuas determinarán las adecuaciones que deban ir haciéndose oportunamente.
Es una larga tarea a desarrollar por la familia o el entorno social, lo que irá cambiando según sea la evaluación clínica, social, cognitiva, funcional u otras evaluaciones que determinan los distintos cambios que el envejecimiento vaya indicando para ellos. Es importante estar preparado y responderle en sus requerimientos a cada mayor. Reiterando que debe ser de la mano del equipo de salud que lo atiende y cuida. Pero también será necesario ir desarrollando otras estrategias en cada caso para favorecer que los mayores puedan alimentarse adecuadamente.
Se trata por ejemplo de crear un entorno tranquilo. Es importante minimizar las distracciones para ayudar a la persona a concentrarse en la tarea de comer. Cosas como apagar la televisión, evitar conversaciones ruidosas y crear un ambiente tranquilo y relajado son de mucha ayuda. Lo central es que ese mayor pueda ocupar ese tiempo en alimentarse libre de otros distractores como habitualmente pasa en las familias. Proporcionarle asistencia y supervisión.
Se debe ayudar a la persona mayor a comer de manera paciente, calmada y comprensivamente. Esto puede incluir guiar su mano, alimentarles directamente si es necesario; asegurarse de que mastiquen y traguen correctamente para evitar trastornos deglutorios. Teniendo cuidado en no mezclar alimentos de distinta consistencia simultáneamente. Sólidos con sólidos o líquidos con líquidos. Esto facilita el que puedan comer adecuadamente. También se les debe ofrecer comida en pequeñas porciones, ya que puede ser menos abrumador y más manejable. Además, ofrecerles de a un plato a la vez puede ayudar a evitar la confusión y asegurar que la persona se concentre en lo que está realizando.
Hay que elegir alimentos fáciles de comer y nutritivos. Es importante capacitarse e ir aprendiendo de los profesionales del área, sobre cómo buscar estos alimentos según la evaluación de cada mayor. Optar siempre por alimentos que sean fáciles de masticar y tragar. Los alimentos blandos, como purés, sopas, frutas blandas y verduras cocidas, pueden ser más adecuadas y nutritivas para mantener la salud general de la persona.
También es importante el cómo se preparan y presentan. A las papillas hay que agregarles día a día algún elemento distinto que realce o modifique el sabor, ya que al mezclar los alimentos y prepararlos como papilla tienden a homogeneizarse y saber igual, por lo que el comer se transforma en una actividad monótona y poco atractiva. Por eso hay que hacer modificaciones que permitan que iguales preparaciones puedan tener un sabor distinto y atrayente cada día.
Una tarea importante es poder ir registrando diariamente lo que se prepara y cuál fue la aceptación que tuvo para nuestro mayor. Un punto importante es favorecer su capacidad de elegir y disfrutar lo que más les gusta. Aún con deterioros cognitivos es posible darle en el gusto a sus preferencias y aceptaciones. La dieta que reciba debe necesariamente trabajarse y consensuarse con ellos, por eso siempre será tener un buen y adecuado registro. Se reitera que el objetivo es que coma bien y lo que es de su preferencia. Que en definitiva se transforme en un momento importante y activo para ellos. Nadie como su familia sabe qué es lo que le ha agradado comer en su vida.
También es importante usar utensilios adaptados según sus requerimientos. Existen utensilios especiales diseñados para personas con dificultades motoras, como cucharas y tenedores con mangos más grandes y fáciles de tomar, platos con bordes elevados y vasos con asas. Estos facilitan el acto de comer y beber. Para ello es bueno asesorarse con los terapeutas ocupacionales, que les proporcionarán las herramientas que harán que el proceso de alimentación sea seguro y efectivo para cada mayor.
El poder comer adecuadamente es un acto central de las actividades que todo mayor debe realizar diariamente y por eso todo lo que se pueda hacer y planificar para que sea un momento de disfrute y de seguridad para ellos es esencial. Buscar las ayudas y asesorías profesionales es muy importante y necesario de realizar.