Junaeb: desamparo para los estudiantes y sus familias
Vegetando. Así parecen estar nuestras autoridades y, sobre todo, aquellos organismos creados para fiscalizar el cumplimiento de las leyes y de las obligaciones que distintos servicios públicos tienen.
La traducción de tal término es “vivir maquinalmente con vida meramente orgánica, comparable a la de las plantas”. Pues, esto parece aplicable a la Junaeb, al Ministerio de Educación y su correspondiente secretaría regional ministerial en Magallanes, la Superintendencia de Educación y hasta el Servicio Local de Educación Pública, aunque niegue tener injerencia directa en el asunto.
Ello, porque el retraso en la distribución de útiles escolares por parte de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas ha dejado a miles de estudiantes en todo el país, incluyendo la Región de Magallanes, sin los recursos necesarios para sus estudios durante el primer semestre del año. Esta situación es una grave muestra de desidia por parte de las autoridades y una clara falla en el sistema que debía haber proporcionado apoyo oportuno a las familias de menores ingresos económicos.
Es inconcebible que, al término del primer semestre, los estudiantes aún no hayan recibido los set de cuadernos, lápices y otros elementos esenciales para su enseñanza. Estos útiles no sólo son herramientas básicas para el aprendizaje, sino que también representan un alivio económico significativo para las familias que enfrentan dificultades financieras. La falta de estos recursos crea una brecha aún mayor en la equidad educativa, dejando a los estudiantes de bajos ingresos en desventaja frente a sus compañeros.
¿La razón? Atraso en un proceso licitatorio y la necesidad de volver a levantar una segunda subasta pública, cuando ya estaba iniciado el año lectivo.
El hecho de que la licitación se haya cerrado en mayo es una clara indicación de la falta de planificación y compromiso de las autoridades responsables. La educación debe ser una prioridad, y asegurar que todos los estudiantes tengan acceso a los recursos básicos es fundamental para garantizar una educación de calidad. Este retraso refleja una preocupante falta de urgencia y una desconexión con las necesidades reales de las familias y los estudiantes.
Para muchas familias, la ausencia de útiles escolares representa una carga financiera adicional y una fuente de estrés. Los padres que no pueden permitirse comprar estos materiales deben hacer sacrificios en otras áreas, lo que afecta negativamente el bienestar general de la familia. Además, los estudiantes sin los materiales adecuados enfrentan dificultades para participar plenamente en sus actividades académicas, lo que puede repercutir en su rendimiento y motivación escolar.
En el caso magallánico, pudo haber existido un plan de emergencia, por ejemplo, solicitando al gobierno regional recursos para la compra de útiles básicos, a la espera de que la licitación en curso concluyera.
Pero, la pregunta es: ¿La educación, el acceso a ella y el aprendizaje de los niños y niñas de familias más vulnerables le importa a alguna autoridad?