María Pilar Larraín: la Generación del ’50, el Festival de Viña y la revista “Ritmo” (1ª parte).
La mayoría de quienes a la fecha vamos de visita (para quedarnos) a nuestra quinta o sexta década de existencia, recordamos la Revista “Ritmo” (estrictamente “Ritmo de la juventud”) un semanario que nos mantenía al tanto de esas preocupaciones de niños y adolescentes: nuestros ídolos, la música, la televisión, el cine, el deporte e incluso los “conflictos de la edad”.
La revista surge en una época de cambios; la década de los ’60 en especial aquellos cambios que afectaban a la juventud. Según nuestros antecedentes la idea fue del dibujante Alberto Vivanco, quien trabajaba en la revista de espectáculos Ecran (Editorial Zig-Zag) allí lo contacta María Pilar Larraín, a quien le resultaba simpático el gato “Yo-Yo”, creación de Vivanco y que fue a la postre, símbolo de “Ritmo”. A partir de este nexo, el dibujante le propone la idea de una revista juvenil y juntos van con el proyecto a la naciente Editorial Lord Cochrane donde encuentran el apoyo que buscaban. El primer número sale a circulación en 1965 y el último se publicó en 1975, luego de 503 ediciones con frecuencia semanal. Larraín asume como directora y Vivanco como subdirector hasta 1968.
María Pilar (así la conocíamos) aparte de fundadora fue -por excelencia- la emblemática directora, aún cuando haya desempeñado esta función sólo hasta 1970 cuando se fue de Chile. Omnipresente en la publicación con la editorial, fotografiada junto a ídolos nacionales y extranjeros, como reportera en viaje en lejanos países, apoyando campañas solidarias y, especialmente, en su sección “Conversando con María Pilar”, en la cual respondía cartas de las lectoras y lectores que le pedían consejos respecto de sus conflictos personales. Fue, para algunas y algunos, un referente y sin ser periodista de profesión, llevó a la revista a un éxito total de ventas con un tiraje de 100.000 ejemplares semanales; uno de los mayores triunfos editoriales en Chile.
María Pilar Larraín Irarrázabal nació en Río de Janeiro, Brasil en 1927. Descendiente de aristocráticas familias (fue hija única) cursó sus estudios en los Colegios Santiago College y Universitario Inglés (Santiago, Chile). Paralelamente fue educada con institutrices alemanas y con clases de piano, violín, canto lírico, aparte de la enseñanza de varios idiomas. A los 24 años de edad contrajo matrimonio con el empresario Ignacio del Solar, con quien estuvo casada más de cincuenta años (no tuvieron hijos). Falleció en Chile en 2002.
Pero lo que muchas y muchos ignorábamos en los tiempos de “Ritmo” era lo que María Pilar Larraín hizo con anterioridad, paralelamente y con posterioridad a su participación en la revista y creemos que estamos a tiempo para saberlo y contarlo.
En primer lugar, señalemos que es una de las autoras que, según Enrique Lafourcade (1927-2019) forma parte de la llamada Generación Literaria del ’50. Lafourcade la incluye (como Pilar Larraín) en su “Antología del nuevo cuento chileno” (1954) con el cuento “Rosita” señalando: “Pilar Larraín representa, dentro de nuestra joven literatura, una actitud expresiva de extrema sensibilidad. Su prosa no maneja grandes conflictos humanos ni desarrollos conceptuales rigurosos. Se limita a señalar de un modo poético directo los aconteceres. “ Rosita” es una obra de cuidadosa organización estructural, en donde la autora nos introduce en las reconditeces psicológicas de una mujer”…”Por su capacidad para aprehender lo imperceptible y su imaginación delicada, comprometida con el mundo JI la existencia, Pilar Larraín esté llamada a ser uno de nuestros valores dentro de la nueva literatura. Y si a ello se agregan un espíritu de trabajo sistemático que lo tiene, y una amplia cultura, que la posee…”. Finalmente agrega que: “Prepara actualmente un libro de cuentos”.
Nota: la imagen que ilustra esta crónica es la incluida en “Antología del Nuevo Cuento Chileno”.
Continuará…