“El Compin se deleita diciendo que yo ya tendría que haberme reintegrado a trabajar”
“Estoy cansado, estoy del año pasado con licencia médica, hice crisis y por culpa de otras personas tenemos que pagar el pato nosotros por el asunto de las licencias médicas”, comenzó relatando José Velásquez, sobre su historia. Tiene diagnóstico psiquiátrico y es atendido en el Cosam Miraflores y luego de haber recibido cuatro meses de licencias pagadas sin problema, las sucesivas no dieron a lugar, lo que se transformó en un infierno burocrático y financiero que lo afectan tanto a él como a su hijo autista.
Su lucha llegó hasta la Corte Suprema, donde ya presentó su apelación. “Estoy acá porque estoy aburrido”, confiesa sentado con todos sus papeles en el escritorio del salón de entrevistas del diario.
“Tengo a mi hijo, estoy a cargo de él, estoy inscrito como cuidador, estoy 24/7 con él. No tengo red de apoyo, pago arriendo, tengo que comer. Si no me pagan mi licencia médica ¿cómo voy a comer?”, se pregunta. En su poder cuenta con recursos de protección, informes psicológicos y psiquiátricos, y pese a que presentando los mismos papeles las primeras cuatro veces las licencias fueron pagadas, posteriormente se le rechazaron sin mayores explicaciones. “Las licencias médicas el Compin no las paga, las paga el Estado y yo no estoy con ninguna mentira. El Compin se deleita diciendo que yo ya tendría que haberme reintegrado a trabajar, pero en el fondo a mí está imponiéndome algo que yo no entiendo”.
Hace menos de un mes la Corte Suprema de Santiago falló a favor de Velásquez, revocó la sentencia apelada y declaró que “la Superintendencia de Seguridad Social deberá disponer que la Comisión de Medicina Preventiva e Invalidez (Compin) del domicilio de la parte recurrente encargue un nuevo informe médico acerca de la dolencia que da cuenta el recurso en relación a la capacidad residual de la parte actora, a fin de determinar la procedencia de los días de reposo que disponen las licencias médicas”.
Si bien el fallo da razón a lo planteado por José Velásquez, se trata de un paso más en la escalera burocrática que ha tenido que escalar Velásquez para conseguir el pago que le corresponde por ley. “Están desacreditando lo que plantean médicos profesionales de manera arbitraria”, cierra Velásquez.