Necrológicas

Estudio explora la relación entre pescadores artesanales y aves marinas

Lunes 9 de Septiembre del 2024

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  • En un reciente artículo publicado en la revista científica People and Nature, investigadores e investigadoras de Chile y Canadá han arrojado luz sobre las diversas relaciones entre los pescadores artesanales de merluza austral en la Patagonia chilena y las aves marinas.

Punta Arenas, ciudad conocida como la puerta de entrada al Continente Blanco,reunió hasta el miércoles pasado a las y los delegados del Comité Científico de Investigación Antártica. El encuentro se desarrolla en un formato híbrido con la participación de 151 personas en total: 65 delegados asisten de manera presencial desde 25 países, mientras que el resto de los participantes se une virtualmente. 

La indagatoria, titulada “Dos lentes para explorar las relaciones entre aves marinas y pescadores: desvelando contribuciones recíprocas” , fue liderada por el investigador del Laboratorio de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos (Lema) de la Universidad de Magallanes (Umag) y del Centro Internacional Cabo de Hornos (Chic), el Dr. Jaime Ojeda. 

La investigación se centró en los canales subantárticos de la región de Magallanes, un área reconocida por su diversidad de albatros y petreles. A través de una metodología que combina enfoques etnográficos y ecológicos experimentales, el equipo de investigación revela que “los pescadores valoran a las aves marinas no sólo como indicadores para determinar áreas productivas para la pesca, sino también por su compañía que hacen más llevaderas las largas jornadas en el mar”.

Así también, se destaca que los pescadores perciben a las aves como una contribución en la limpieza del mar. Por ejemplo, por lo que ocurre con las gaviotas, petreles y albatros al carroñar los restos de pescado. El Doctor en Estudios Medioambientales de la Universidad de Victoria- Canadá- Jaime Ojeda, comenta que “esta contribución podría ser beneficiosa a una baja escala de la pesca artesanal, pero en sectores de la pesca industriales podría transformarse en una trampa ecológica para las aves marinas”.

El equipo de investigación señala que este estudio es particularmente relevante para el manejo sostenible de las pesquerías artesanales. Esto porque la interacción con las aves y los pescadores tiene ciertos protocolos. Explican que los pescadores prefieren limpiar los pescados al final de la faena para no atraer otras especies como los lobos marinos. También, se observó que los pescadores tratan de disminuir los riesgos para que las aves no se enganchen con los anzuelos.  

Resalta la importancia de los valores de reciprocidad y la conexión cultural entre los pescadores y el entorno marino, sugieren que integrarlos en las estrategias de manejo podría enriquecer las políticas de conservación. “Esto es crucial en un contexto donde la pesca industrial ha amenazado la continuidad de las prácticas artesanales, haciendo aún más valiosa la preservación de estos vínculos bioculturales”, indican.

Los hallazgos también tienen implicaciones prácticas. Los investigadores e investigadoras apuntan a que la relación entre los pescadores y las aves marinas podría ser un punto de partida para desarrollar nuevas normativas que no solo protejan a las especies en peligro, sino que también refuerzan la viabilidad de las comunidades pesqueras locales. “Reconocer y fomentar estas contribuciones recíprocas puede ser clave para un manejo pesquero más holístico y sostenible en la región”, afirman.

“En un momento en que las políticas de pesca se ven cada vez más influenciadas por las presiones económicas globales, este estudio subraya la necesidad de considerar también los aspectos sociales y culturales que subyacen a las prácticas pesqueras locales. Solo así se podrá garantizar un futuro en el que tanto la biodiversidad marina como las comunidades humanas puedan prosperar en armonía y que las comunidades locales de la región de Magallanes puedan tener acceso a alimentos marinos como la merluza austral”, agrega el Dr. Jaime Ojeda.

El equipo científico está integrado por Flavia Morello, del Centro Chic y el Centro de Estudios de Historia y Arqueología (Ceha); Cristián G. Suazo del Departamento de Ecología y Sistemática Animal de la Universidad Justus Liebig de Giessen en Alemania; María S. Astorga España del Departamento de Ciencias y Recursos Naturales de la Umag; Anne K. Salomon de la Escuela de Recursos y Gestión Ambiental  de la Universidad Simon Fraser en Canadá; y Natalie C. Ban de la Escuela de Estudios Medioambientales de la Universidad de Victoria en Canadá. 

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