“No me parece que las platas públicas vayan a beneficiar a las empresas”
Marcos Sepúlveda Loyola
“El que es joven y no es de izquierdas no tiene corazón; el que es mayor y no es de derecha no tiene cabeza”, versa el popular dicho que cae como anillo al dedo al revisar la historia de Rodolfo Arecheta Baleta.
“De joven era un poco más de izquierda”, reconoce el recién asumido consejero regional, quien sus años de estudio en la Universidad de Chile y su estrecha amistad con Gabriel Boric pudieron haberlo llevado por la senda frenteamplista o socialdemócrata. “Yo fui a la universidad a estudiar, me vinculaba parcialmente con grupos de izquierda, pero sin tener una participación activa”, rememora en entrevista con El Magallanes. En su vida universitaria firmó para que Marco Henríquez Ominami pudiera ser candidato en las presidenciales 2009.
La experiencia profesional, los años de estudios y el pagar las cuentas lo fueron alejando cada vez más de la izquierda, reconoció Arecheta, quien se volvió una persona activa políticamente tras el estallido social. “Cuando empecé a ver que esto se estaba yendo por el barranco, dije: ‘Bueno, acá hay que hacer algo’”, indicó.
Pertenece a la derecha liberal, no le gusta el concepto neoliberal, es un firme convencido de que se deben igualar las condiciones de vida en temas de vivienda, salud y educación. Su ligazón con la derecha es de familia. Es hijo de Rodolfo Arecheta Bucarey, exseremi de Minería del primer gobierno de Sebastián Piñera, y Adriana Baleta Babaic, quien ocupó varios puesto en Renovación Nacional a nivel local.
– Hagamos política ficción, si el estallido social no hubiese ocurrido, ¿ustes sería más cercano a centro-izquierda?
– “No, yo ya tenía un pensamiento de derecha. Si no hubiese ocurrido el estallido, no estaría involucrado en política, hubiese seguido en la práctica profesional”.
Arecheta tiene un círculo de amigos de izquierda, en donde no fue bien visto que él entrara de lleno a cuestionar el estallido social. “Ser de derecha estaba demonizado”, recuerda. “Me trataron bastante mal, incluso casi me sacaron del equipo de fútbol en donde jugábamos”, añade. En una reunión tuvo que darle cuenta a sus cercanos el por qué había tomado la decisión de ser de derecha. Votó Apruebo de entrada y Rechazo de salida. Explica que un defensor acérrimo del acuerdo por la paz realizado el 14 de noviembre, uno de los días más convulsos de la crisis social.
– ¿Hay alguna autocrítica de la derecha sobre por qué ocurrió un estallido social?
– “Todavía le falta una autocrítica al sistema político en general, cada uno tiene su diagnóstico de lo que pasó en el estallido social. El problema de Chile es que hay mucha desigualdad en la aplicación de la ley. Aquí tenemos dos grupos que hagan lo que hagan, en buen chileno, la sacan pelado, que es el poder político y el poder económico. Y el resto de los chilenos siente que tiene que cumplir la ley y que estos dos grupos no tienen que cumplirla”.
– ¿Cómo se puede superar esta desigualdad ante la ley?
– “Cuando empecemos a ver gente saliendo esposada, gente poderosa saliendo esposada, ya sea de poder político o poder económico, vamos a poder empezar a sanar esta herida”.
Tras una aventura como candidato a la convención constitucional, lo cual considera como un error, ya que llevaba 18 años sin vivir en Magallanes. “No estaba en sintonía en ese momento con las necesidades de la región”, analiza a casi cuatro años de ocurrido esto. El pasado 26 y 27 obtuvo 4 mil 45 votos convirtiéndose en el primer consejero regional de Evópoli en Magallanes.
El primer encontrón
con Flies
La aprobación de $3 mil 687 millones para que la Corporación de Magallanes financie iniciativas ligadas al desarrollo social, tras la decisión de no realizar el concurso del 8% este año, provocó el primer encontrón entre el recién asumido consejero Evópoli y Jorge Flies. Arecheta a través de una carta al director publicada en La Prensa Austral acusó al gobernador de saltarse los controles impuesto por la Dipres para entregar fondos a organizaciones privadas como la concursabilidad de los fondos, rendición de gastos y que la organización tenga dos años de existencia. “Espero que en el trabajo como consejero pueda conocer en más detalle al respecto, pero decirle que acá en Chile nadie se salta la ley”, contestó la máxima autoridad regional.
– ¿Por qué su reticencia a entregarle esos recursos a la Cormag?
– “Lo que yo cuestiono, y acá hay un tema de concepto, es que plata que corresponde al gobierno regional, que es plata pública, sea pasada a una institución privada donde hay empresas. Eso como concepto a mí no me parece, porque escapa del control que podemos hacer nosotros como Consejo Regional y el de la Ley de Presupuestos. El segundo punto es que se está haciendo para saltarse los controles del caso convenio, impuestos por la ley de presupuestos del 2024 y del 2025. Insisto, acá yo hubiese preferido que arreglemos el tema de las rendiciones para poder cumplir con el presupuesto antes de pasárselo a la Cormag”.
– ¿De quién es la responsabilidad de que el 8% no se haya podido ejecutar este año?
– “Yo creo que el responsable político es el gobernador. El designa los equipos, él ve los ritmos de trabajo”.
– ¿El responsable práctico?
– “Desconozco, yo sé el que no es responsable, que es Hina Carabantes, que asumió el fierro caliente hace muy pocos meses y que, por supuesto, no se me ocurriría echarle la culpa a ella. Habría que ver quién estuvo antes a cargo de la dirección correspondiente que hizo esto fracasar”.
– Antes estuvo Eugenia Mancilla y, en Desarrollo Social, está Paola Fernández.
– “Bueno, quizás ellas dos debiesen ver quién tiene las responsabilidades, pero acá hay que ser honestos con la comunidad y tenemos un problema de gestión en el gobierno regional, no tiremos la pelota al córner, hagámonos cargo, mejoremos el problema. Si acá uno no viene a aportillar, viene a contribuir, y hubiese preferido que hubiésemos solucionado el tema interno del gobierno regional con el 8% para poder lograrlo en el 2025, antes de que pasarle el 5% a una institución privada administrada por empresas que no tiene los controles que sí vienen establecidos en la ley de presupuestos”.
– En el Core anterior había un análisis que estas leyes eran draconianas. ¿Opina lo mismo?
– “Si tú me dices que es draconiano rendir una factura por difusión, yo te diría que no, que eso no es una respuesta aceptable”.
– ¿Por qué usted no está de acuerdo con transferir recursos a la Cormag?
– “Yo creo que los recursos públicos tienen que ir a las personas, tienen que ir a satisfacer las necesidades de la gente más vulnerable, y no pasando por una corporación (…) No me parece que las platas públicas vayan a beneficiar a las empresas, yo con eso no voy a estar de acuerdo”.
– ¿Por qué al empresario magallánico la Cormag le gusta?
– “Porque pueden recibir plata, tienen intereses económicos, que es legítimo, pero yo hoy estoy en un cargo público, yo tengo otro rol ahora, yo tengo que dentro de mis facultades custodiar los recursos públicos y no voy a claudicar en ese mandato que me dio la ciudadanía. Me parece muy bien que los empresarios tengan intereses en acceder a recursos públicos, pero a mí no me gusta y no me va a gustar por principios”.
Su rol en la oposición
No quiere que su impronta sea la del “consejero fiscalizador”, ya que considera que lo mínimo que espera la ciudadanía que votó por él es que fiscalice el actuar del gobierno regional. “Es el desde donde un parte”, añade. “Yo quiero que la plata de los magallánicos se gaste bien y en proyectos que sirvan a la comunidad”, explica que es su principal motivación. A pesar del encontrón inicial con Jorge Flies, durante su primer encuentro con él como consejero en ejercicio le manifestó que quiere ser una oposición colaboradora y que le pidió que alineara al oficialismo para que la derecha pueda presidir un par de comisiones del Consejo Regional.
– ¿Qué comisión le gustaría liderar?
– “A mí me gustaría crear una comisión exclusiva de seguridad y me encantaría presidirla (…) Dadas las necesidades de la ciudadanía, tendría que ponerse a disposición de las problemáticas que aquejan a los magallánicos y traspasar recursos para poder contribuir con la delegación presidencial y con la municipalidad en temas de seguridad como retenes, cámaras, patrullas, etc.”.
– Tras una dura campaña electoral, ¿cuál va a ser el rol que tendrá la derecha en este Consejo Regional como oposición a Jorge Flies?
– “Hemos hablado, nos hemos juntado los consejeros de derecha y nuestra idea es colaborar (…) Nosotros le hemos manifestado al gobernador que queremos ser parte de las soluciones y para eso necesitamos que nos integren, pero obviamente, si es que nos excluyen, vamos a tener un rol fiscalizador y también informar a la ciudadanía de lo que esté pasando a través de la prensa, pero no es nuestra primera intención”.
– Si los excluyen de las
presidencias de comisiones ¿Ustedes harán una oposición más mediática?
– “No, yo creo que acá nos estamos conociendo y que sería un acto de buena fe del gobernador para con nosotros, que representamos a gran parte de la ciudadanía, permitirnos integrar estas comisiones”.
– ¿Usted va a cumplir un rol de articulador de la derecha dentro del consejo?
– “Bueno, nos estamos conociendo recién. Yo, como dije, mi principal interés es el beneficio de la región y a mí me gustaría obviamente hacer esto en colaboración con los demás consejeros, ya sea de nuestro sector o del otro, porque todos tenemos el mismo interés (…) si yo soy la persona adecuada para llevar esas conversaciones, bienvenido, pero también puede ser otro consejero”.
– ¿Y este consejo regional, según usted, cuál es la principal diferencia que tiene con el saliente?
– “Bueno, esta semana tuvimos dos jornadas de capacitación donde estuvimos los consejeros nuevos y yo me voy bastante optimista. Tenemos un consejo más profesional y con buena disposición a trabajar por Magallanes”.
Falta de Unidad de Control
“Se lo planteé a Eugenia Mancilla esta semana”, indicó Arecheta, quien se mostró preocupado por la situación, ya que a su juicio limita la capacidad de fiscalización que tienen los consejeros, debido a que no se pueden realizar auditorías internas. “El jefe de la Unidad de Control es el encargado de representar a la Contraloría cuando vea problemas de legalidad. Dicho de otra forma, quizás el gobernador Flies se hubiese evitado el tema de la Procultura se hubiese tenido esta unidad”, cerró.