“Hay costos que la fundación tiene que asumir en todos los programas que tiene con el Estado de Chile”
Desde el pasado 9 de diciembre, Pamela Díaz Chacón asumió la dirección de Fide XII, enfrentando uno de los mayores retos de su carrera. En sus primeras cinco semanas al mando, se ha encontrado con una fundación en una crisis profunda, no sólo financiera y operativa, sino también moral. A pesar de este panorama desalentador, la directora ha comenzado a trabajar intensamente en la reorganización y reimpulso de las operaciones de una institución clave para la región.
“Es una fundación que se encuentra en crisis: financiera, económica y con la moral en el piso”, expresó Díaz Chacón. Con un equipo humano que incluye personas con hasta 30 años de experiencia, la nueva directora inició un proceso de recopilación de información y saberes para delinear un camino hacia la estabilidad. Este esfuerzo ha contado con el respaldo del directorio y los trabajadores de la fundación.
Retos operativos y financieros
La fundación enfrenta diversas responsabilidades operativas. Por ejemplo, la Casa del Samaritano alberga a 28 usuarios, mientras que dos albergues financiados por el Ministerio de Desarrollo Social operan 24/7 bajo la gestión de Fide XII. Además, cuenta con un centro de referencia que funciona como comedor diario y sala de estar, lo que requiere la entrega constante de alimentos y otros servicios esenciales.
“El 31 de diciembre se cerraron tres programas con Sernameg, lo que implicó la derivación de mujeres y niños, mudanzas y costos asociados a los finiquitos, que no están cubiertos por los programas”, detalló Díaz Chacón.
Otro golpe significativo fue el cierre del Eleam Cristina Calderón en diciembre, que dejó a 73 trabajadores sin empleo y generó costos por más de 150 millones de pesos en finiquitos y otros derechos laborales. Esta situación se agravó por la existencia de trabajadores con fuero, quienes no pueden ser despedidos durante dos o tres años.
“El 17 de diciembre se informó el fin del convenio del Eleam Cristina Calderón, y a nosotros nos notificaron el día 14. Fue un viernes al mediodía, mediante una videoconferencia, que el Senama central comunicó la intervención del Eleam. Nos solicitaron formalmente que no hiciéramos nada mediático. Informamos a los trabajadores que ya no tendrían fuente laboral, y el martes acordamos que firmaran sus cartas de despido. Sin embargo, los costos de ese mes completo y las vacaciones no tomadas fueron asumidos en su totalidad por la fundación”, explicó Díaz Chacón.
Diez trabajadores con fuero debieron ser reubicados.
Desafíos presupuestarios
Los costos operativos de los programas superan con creces los recursos asignados por el Estado, que no contempla los gastos reales en la ejecución de sus programas sociales. Por ejemplo, mantener un albergue para personas en situación de calle tiene un costo mensual de 12,5 millones de pesos, de los cuales el 70% se destina a sueldos y arriendos.
La directora reconoció que la Dirección del Trabajo exige regularizar la situación laboral de los trabajadores, lo que incrementa aún más los costos que debe asumir la fundación. “Hay un desfase entre lo que el Estado exige y lo que financia. Hay alguien que no está viendo eso. Son costos que se traspasan a nosotros”, señaló Díaz Chacón.
Visión a futuro
A pesar de las dificultades, Díaz Chacón ha implementado medidas para enfrentar los problemas financieros, como el pago de cotizaciones atrasadas y la búsqueda de soluciones para las deudas acumuladas. Además, se han fortalecido las redes de apoyo y voluntariado para garantizar la continuidad de los servicios esenciales.
“En el diagnóstico preliminar, el desafío más importante es cumplir como empleadores. Ese es nuestro principal objetivo, llegar a acuerdos, sobre todo de plazos, no de montos, porque la obligación está. En segundo lugar, es hacer gestión para obtener recursos frescos”, explicó.
La directora añadió que, con el pago de las cotizaciones atrasadas, las subvenciones retenidas por el ministerio comenzaron a liberarse, lo que ha generado ingresos con los que no se contaba en meses anteriores.
El albergue en Independencia
El albergue ubicado en calle Independencia, que brinda refugio a personas en situación de calle, concluirá sus operaciones el próximo 25 de enero. Actualmente, este espacio alberga a 23 personas y opera bajo un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social y Familia.
Aunque se han realizado esfuerzos para derivar a 18 de los 23 usuarios a soluciones alternativas, cinco personas volverán a la calle. “El Ministerio de Desarrollo Social ya está en conocimiento de esta situación”, aseguró Díaz Chacón. Este tipo de instalaciones tiene un costo mensual aproximado de 12 millones de pesos, una cifra que, según los responsables, debería ser asumida por el Estado.
Pamela Díaz Chacón continúa liderando Fide XII con determinación, enfrentando las crisis y buscando soluciones para garantizar la sostenibilidad de esta institución esencial para la región.