Firulais y su aventura en la Dideco
Era una típica mañana en la Dideco de Punta Arenas: documentos por todos lados, susurros de: “¿Trajiste el certificado?” y familias haciendo consultas. Pero nadie estaba preparado para el gran protagonista del día: ¡Firulais! Un perrito mestizo con orejas caídas, pelaje dorado y el espíritu de un comediante profesional.
Firulais irrumpió en la oficina como quien entra a una alfombra roja. Decidido a dejar su huella, comenzó a olfatear mochilas como un perro detector… pero de galletas. Finalmente, los funcionarios, tras agotar sus intentos de sobornarlo para que se fuera, decidieron reportar al “intruso”. Al rato llegó su vecina, con esa mezcla de resignación y ternura que solo los dueños de Firulais pueden entender, y lo llevó de vuelta a su casa.