“La deuda histórica no se va a pagar nunca, pero esto es un aporte”
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Dirigente da cuenta de la necesidad de mejorar las pensiones de los profesores.
Sonia Caipillán Oyarzo es una de las muchas docentes jubiladas que han luchado durante décadas por el reconocimiento y reparación de la llamada “deuda histórica” del magisterio. Para ella, el reciente anuncio de un bono compensatorio es un pequeño alivio, aunque insuficiente, para hacer justicia con quienes dedicaron su vida a la educación. “Estos cuatro millones y medio les van a caer del cielo”, explica, refiriéndose a la compensación que recibirán algunos docentes.
“La deuda histórica representa mucho más que una compensación económica. Para muchos docentes, este tema está cargado de resentimiento y pena, ya que la solución no es la que esperaban. Sin embargo, reconocen que este es un aporte significativo y una oportunidad para recibir algo después de tantos años de espera. Estamos agradecidos del Presidente Gabriel Boric, quien es el único Mandatario que se ha atrevido a impulsar esta iniciativa, algo que en 40 años nadie había hecho”, dijo
Asimismo, la profesora normalista destacó la labor de los senadores y diputados que aprobaron la ley sin mayores dificultades, salvo por la oposición de algunos parlamentarios republicanos.
A pesar de esto, los docentes se encuentran en una posición ambivalente: por un lado, sienten satisfacción al recibir alguna reparación que no esperaban realmente, ya que en gobiernos anteriores las promesas nunca se cumplieron; pero, por otro lado, consideran que esta solución no es suficiente.
En cuanto al proceso para recibir la compensación, se ha informado que se habilitará una nueva plataforma, ya que algunos docentes y colegas no aparecen en el listado inicial. En consultas previas sobre la deuda histórica, hubo casos de profesores que acudieron a votar y no figuraban en los registros. Por ello, se abrirá una instancia para que quienes no estén en el listado puedan inscribirse.
En marzo o abril, se habilitará otra plataforma donde los docentes deberán manifestar su aceptación del pago. Aún no se conoce con certeza el procedimiento exacto, pero se estima que los beneficiarios tendrán la opción de confirmar si desean recibir la compensación.
La profesora natalina también llama la atención sobre la situación de los docentes jubilados. “Un profesor, que trabajó 44 horas a la semana durante 40 años, hoy recibe una pensión de aproximadamente 350 mil pesos. No alcanza para vivir en Magallanes y hay colegas en otras partes de Chile que están sobreviviendo con menos de 200 mil pesos”, explica.
Ella recuerda el caso de una de sus colega que jubiló con solo 90 mil pesos y cayó en una profunda depresión. “90 mil pesos no pagan ni el arriendo, no alcanzan para comer. Afortunadamente, algunos lograron vivir con su pareja o tenían su casa pagada”, dijo, pero advierte que quienes están solos lo pasan muy mal.
Para ella, el problema de fondo es la falta de garantías para una vejez digna. “Más allá de la deuda histórica, lo urgente es mejorar las condiciones de los profesores. Trabajamos toda la vida formando generaciones y, cuando llega el momento de descansar, nos encontramos con sueldos que no alcanzan para vivir”, enfatiza.