Los grandes de la música en Magallanes (4)
El Rock y la Música Electrónica con alcance nacional aparecen en nuestra región a partir de la década de 1990, cosechando siembras anteriores en el primer caso y abriendo caminos en el segundo.
Los trece años de Mantiza
Mantiza es transitar por las veredas escarchadas de barrios como Playa Norte, Gobernador Viel o la Explotadora. Así nos llegan sus notas melancólicas con algo de grunge y dark rock; invierno del más duro convertido en acordes. Es el Parque María Behety a las cinco de la tarde de un día de junio, de esos como los de antes.
El grupo nace con la vuelta a la democracia en Chile, cuando la consigna era dar cada paso “en la medida de lo posible”; quizás Mantiza anticipó algunas de las desazones que vendrían a poco andar.
Fue el músico magallánico Cristian Ponce quien, en 1992, daría inicio a este proyecto inédito a esa fecha. Lo acompañaron en ese punto de partida Cristián Díaz y Rafael Cheuquelaf. Otros integrantes fueron Christian Formoso, Marco Álvarez, Ricardo Palma, Lorena Paredes, Jessica Bahamondes, Marcelo Vargas y el mismo Cheuquelaf en un nuevo periodo.
El grupo fue el primer proyecto magallánico de rock verdadero llevado al disco (cassette para ser más precisos) y con una interesante propuesta estética y escénica propia. “El Refugio” sería esa primera producción, la que reproduce en su portada la imagen del ángel que corona el mausoleo de José Menéndez ubicado en el Cementerio Municipal de nuestra ciudad (“El Cementerio más hermoso de Chile”, titularía después el poeta Cristian Formoso a una de sus obras capitales). De esos tiempos data la serie de fotos que el grupo se tomaría precisamente en nuestro campo santo.
Luego vendrían los álbumes “Final de juego” (1999), “Las canciones favoritas de Eliana Prat” (2001), “Aderías” (2005). Completan el material grabado: “El Fin del Horizonte: Cuentos Magallánicos” de 2005 (música para mediometraje) con material previamente grabado y la recopilación “Banda Elástica” de 2002.
De Düsseldorf a la Patagonia
Fue en los albores de la década de 1980 cuando conocimos la música electrónica, corriente que ya tenía algunas décadas de existencia, con diversas corrientes. Este conocimiento inicial se lo debemos al grupo alemán Kraftwerk, surgido en 1970 en la ciudad de Düsseldorf, pero nunca nos habríamos imaginado que a través de esta corriente sentiríamos el pulso de nuestra Patagonia.
El dúo magallánico de música electrónica “Lluvia Ácida” es Patagonia por donde se lo escuche, es la estepa infinita, el coirón, el viento, es también la historia, especialmente aquella que no nos enseñaron en la escuela. Por sus notas desfilan la tragedia de nuestras razas originarias y nuestros obreros rurales, el grito desgarrado de un pueblo ante las injusticias, nuestra dura geografía y también nuestro futuro.
En la página web de esta agrupación encontramos su declaración de principios: “Somos hijos del viento y su sonido es la sangre de nuestra música. Usamos la tecnología para explorar nuestra tierra, no para alejarnos de ella. Apuntamos hacia la vastedad, no al horizonte prisionero de la metrópoli. El pasado nos ayuda a imaginar un futuro. Nuestro norte es el sur. Somos magallánicos. Somos patagónicos. Somos Lluvia Ácida…”.
“Lluvia Ácida” se inicia en 1996 integrado por Héctor Aguilar y Rafael Cheuquelaf, formación que se mantiene hasta la actualidad. Ese año graban “Simulaciones” y hasta la fecha totalizan 26 álbumes, sin considerar los registros en formato DVD y las musicalizaciones para cortometrajes. Sus trabajos -por lo general- son obras conceptuales en las que combinan la música netamente electrónica con instrumentos tradicionales, además de intercalar grabaciones de diversas voces y sonidos incidentales. Su proyección traspasa las fronteras de la región, siendo reconocidos a nivel nacional e internacional, con presentaciones en Buenos Aires y Nueva York, entre otras ciudades.
El dúo es más que un conjunto de música, es una propuesta artística con claras definiciones ante la historia, el presente y el futuro, en la cual complementan la música con la estética y las puestas en escena; en ello cabe destacar sus muy cuidadas presentaciones en vivo y la gráfica de su material grabado.
Continuará…