Necrológicas

Equidad visual

Por La Prensa Austral Miércoles 23 de Abril del 2025

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En una sociedad que muchas veces impone barreras invisibles, la salud visual se convierte en un factor determinante para el desarrollo pleno de las personas. Ver bien no es un lujo. Es una necesidad básica que impacta el rendimiento escolar, la empleabilidad, la autonomía cotidiana y, en definitiva, la calidad de vida. Por eso, cuando desde el Estado se crean espacios que garantizan el acceso equitativo a servicios ópticos, estamos frente a un verdadero acto de justicia social.

Ese es el caso de la Óptica Comunal de Punta Arenas, que en sus tres años de funcionamiento ha entregado más de 6.300 lentes a sobre 5.600 vecinos, consolidándose como una de las políticas públicas más eficaces y valoradas en el ámbito de la salud visual. Impulsada por la municipalidad y administrada por la Corporación Municipal, esta entidad no sólo se levanta como una alternativa económica, sino como una posibilidad cierta de inclusión.

Cuando una persona no puede costear unos lentes, se priva no sólo de ver con nitidez, sino también de estudiar con concentración, trabajar con seguridad, desenvolverse en la calle o leer el mundo que la rodea. Los problemas visuales, silenciosos pero persistentes, limitan profundamente el potencial humano. Por eso, ofrecer una solución accesible es oportuno y, absolutamente, necesario.

El modelo implementado por el municipio, donde los lentes se fabrican localmente y se eliminan intermediarios, ha permitido mantener precios estables y razonables. Se han pensado, incluso, en opciones para escolares, con materiales de mayor durabilidad como la silicona. Esta política de precios -transparente y predecible- ha sido clave para consolidar la confianza de la comunidad, que solo en el primer trimestre de 2025 ha generado más de 450 consultas y 550 lentes entregados, muchos de ellos duplicados por decisión propia de los usuarios.

Lo destacable, además, es que no se exige pertenecer a Fonasa ni contar con ficha social. El único requisito es presentar una receta vigente emitida por un profesional, lo que permite que personas afiliadas a Isapre, Dipreca u otros sistemas también accedan sin discriminación.

Este tipo de iniciativas nos recuerda que es posible pensar en salud desde una lógica inclusiva, local y eficaz. Mientras en otras latitudes el acceso a servicios ópticos continúa siendo un privilegio, en Punta Arenas se ha demostrado que con voluntad política y gestión adecuada, se puede avanzar hacia una salud visual más justa para todos.

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