Sacrílegos se robaron velas, sotana y hasta las hostias en capilla de Avenida Frei con Hornillas

La delincuencia no da tregua. Reflejo de esto es el robo que afectó a la capilla de la iglesia Católica “Santos Pedros y Santos Pablos”, ubicada en la Avenida Eduardo Frei casi esquina Hornillas.

La encargada de la sacristía llegó el sábado en la noche a preparar todo para la misa de este domingo. Muy angustiante fue para ella darse cuenta de que desconocidos habían profanado la capilla. A primera vista estaba claro que habían cometido un robo.

De inmediato comunicó lo sucedido al párroco de Santa Teresa de los Andes, Eduardo Ojeda Lamiré, y a los pocos minutos estaba notificado el obispo Oscar Blanco que se constituyó en el lugar a verificar lo sucedido.

La denuncia se hizo al fono 133 de Carabineros y personal policial concurrió a verificar el robo, delito que fue informado a la Fiscalía.

Misa de reparación

Dolida la feligresía por lo sucedido, ayer concurrió en masa a la misa de reparación que a las 13 horas ofició el párroco Ojeda.

Uno de los ritos católicos es asperjar (rociar) agua bendita a la capilla y a los asistentes. Y en la homilía el sacerdote reafirmó que “las personas que son creyentes son las que santifican con sus oraciones los lugares”.

“Además de que la presencia de Jesús sacramentado en la misa sirve, precisamente, para aliviar los corazones de quienes están angustiados o sorprendidos por lo ocurrido por vez primera ve en esta capilla”.

Expresó que mayo ha sido un poco turbulento a nivel geológico, eólico, “y ahora nos tocó a nosotros, con este verdadero desmán”.

“Pedimos a Dios que siga santificando este lugar. Y gracias a El aún tenemos esta capilla en pie para que esto siga ocurriendo”.

El párroco lamentó que abrieran la puerta del sagrario y sacaran hostias consagradas. “Pero en fin, uno sabe que Jesucristo es Señor de cielo y tierra y El verá cuándo deja de estar presente en esa hostias consagradas que fueron robadas”.

Coordinador

Luis Pérez Muñoz, coordinador de la Comunidad Santos Pedros y Santos Pablos, lamentó profundamente el atentado. Puntualizó que además de llevarse todas las hostias, les robaron un amplificador, unas planchas que usaban para las vestimentas consagradas, las velas y una túnica sacerdotal.

“Desde el año 2000 estamos acá y es la primera vez que nos sucede algo así. Llevarse la comunión es algo muy grave”, indicó.