Screenshot
El descaro no tiene remedio
Ni las cámaras, ni la gente mirando atónita, ni siquiera el hecho de que su cara esté dando vueltas por todas las redes sociales le importó al sujeto (en la imagen) que entró hace unos días como Pedro por su casa a una farmacia de calle Bories y robó lo que quiso. Con total tranquilidad, mientras clientes compraban y el personal atendía, el sujeto se paseó por los pasillos del local, echando mercadería adentro de una bolsa y se fue como si nada. Todo quedó grabado, pero eso no le impidió actuar con absoluto descaro. La comunidad se pregunta hastiada hasta cuándo vamos a seguir normalizando este nivel de impunidad. Porque no hay receta ni remedio que cure el fastidio de ver cómo el delito se vuelve hábito cotidiano.