Fantasía invernal de Narnia se suma al mensaje del Ministerio Familiar Cristiano
Participantes habituales en el Carnaval de Invierno, el Ministerio Familiar Cristiano muestra un creciente entusiasmo, reflejado en la cantidad de personas que se incorporan a la comparsa y batucada que acompañan al carro alegórico, en el que lo más importante, es el mensaje a la comunidad. Ya son cinco ediciones en que han marcado presencia en la fiesta invernal, y en esta ocasión, la representación estará basada en la película Crónicas de Narnia.
Las últimas tres semanas han sido de preparación para el Carnaval, sin dejar de lado las fiestas y encuentros religiosos habituales. Pero con una organización que va desde la búsqueda de materiales reciclados para adornar el carro hasta la confección del vestuario. Y por cierto, muchos ensayos.
La coordinadora Karen Ruiz detalló que asistirán 130 personas para ser parte del grupo, tanto en el carro como en la batucada, murga, comparsa y malabaristas. En lo referente a la campaña de reciclaje, junto a la Fundación Sembrando Vida, se presentaron en distintas empresas para conseguir los insumos. “Nos reunimos dos veces a la semanas para ensayar. Ha aumentado la participación, así que abierta la casa para las personas”. En tanto, Katherine Melipillán justificó la elección de Narnia, porque “tiene un trasfondo bastante similar a la iglesia. Queremos demostrar que así como ‘Aslan’ en la película se sacrificó por uno de los príncipes pequeños, así mismo hizo Jesús por nosotros; alguien que era inocente, se sacrificó para llevarse los males de las personas. Eso queremos representar y que hasta el lugar más frío y apartado, llega la presencia del Señor, el amor de Dios para derretir los corazones endurecidos”, manifestó.
En esa línea, recordó que su presencia en el evento responde a “un modo de bendecir nosotros a la ciudad. Tenemos la fe de que a través de este acto podemos ser luz en medio de las tinieblas. Y para quitar también ese estigma en torno a la iglesia, que es aburrida y no permiten hacer cosas. Pero somos iguales a otras personas, salvo que nosotros seguimos a un Dios que está vivo”, recalcó.