“Hoy día no somos competitivos”
Lucas Ulloa Intveen
“Es bueno aterrizar expectativas”, reconoce el director ejecutivo de la Asociación de Hidrógeno Verde y sus Derivados de Magallanes (H2V Magallanes), Salvador Harambour Palma, en referencia a las declaraciones que formuló el ministro de Energía, Diego Pardow, quien sostuvo que hay que hacer un “chequeo de realidad” sobre los objetivos del hidrógeno verde. La entrevista buscó conocer la impresión de la industria sobre estas declaraciones, así como el escenario de Magallanes y la falta de competitividad de los proyectos que se desarrollan en la región.
“Lo que plantea el ministro creemos como industria que es correcto, efectivamente el desarrollo de la industria a nivel internacional ha ido más lento de lo que se esperaba. Es un proceso que además está siendo más competitivo, más difícil encontrar mercado y eso le pone una barrera de entrada más dura a los proyectos nuevos”, comienza explicando Harambour. Por tanto y en simple: “Hay que aterrizar expectativas, trabajar en el mundo real y asumir los desafíos que se van planteando”.
Uno de los grandes desafíos para Magallanes es la capacidad para hacer que los proyectos a desarrollar en la región sean competitivos, y así aprovechar los recursos naturales, base del factor diferencial de estas latitudes. Sin embargo, el apoyo estatal en esa línea, es nulo, desde el punto de vista del gremio, especialmente considerando que el proyecto de ley de incentivo al H2V “termina siendo completamente neutra para los proyectos de Magallanes”, sostiene Harambour y aún más, plantea que “quedamos en una situación que es desmejorada”.
Teniendo en cuenta este escenario, así como el contexto eleccionario del país, Harambour fue consultado por las miradas sobre los presidenciables y sus expectativas frente a una nueva administración. “Esto es una política de Estado de largo plazo y seguro va a ser continuada por cualquiera que sea presidente. Finalmente, pase lo que pase, si logramos instalarnos, la cinta de inauguración de alguno de estos proyectos no va a ser el próximo gobierno. Va a ser el que sigue”.
Competitividad
Lo que preocupa, dice Harambour, es que en un escenario “más complejo en términos internacionales, la competitividad de nuestros proyectos, específicamente los de Magallanes, no es suficiente para entrar. A pesar de tener condiciones naturales excepcionales, no garantiza que podamos salir competitivamente al mercado internacional. En esta región tenemos que construir todo, los puertos, caminos, redes eléctricas (…) Todo genera una carga adicional a estos proyectos comparados con los de otras partes del mundo”.
A propósito de este escenario competitivo, “muchos de los países que están compitiendo en esta carrera con nosotros están estableciendo regímenes tributarios que son distintos a los que tenían originalmente y les permiten mejorar esa competitividad”. Pone como ejemplos a vecinos cercanos: Brasil, Uruguay, Paraguay o Argentina. “Tienen peores condiciones naturales, nosotros tenemos mejor viento, pero ellos mejor infraestructura”.
“Esos países lo que están haciendo es estableciendo regímenes tributarios temporales para las primeras etapas de los proyectos, donde hay que construirlo todo, que son mejores que las que tenemos hoy día en Chile. Ahí nos estamos quedando atrás. Ahí se está produciendo un gap de competitividad en el cual hoy nuestros proyectos no se ven favorecidos. Y nos tiene preocupados porque creemos que la región tiene un potencial enorme, de calidad mundial, pero no basta con eso”, explica el director ejecutivo de H2V Magallanes.
La propuesta tributaria de la asociación, que no fue acogida por la Cámara o por los parlamentarios magallánicos, es que “una componente específica de la Ley Navarino, que se refiere a la forma en que se calcula el impuesto adicional o ‘withholding tax’ (retención de impuestos)”. Por eso insiste en que “es un buen proyecto para el resto del país, pero no para Magallanes”.
– ¿Qué iniciativas o medidas se llevan para volver más competitivos los proyectos que se desarrollan en Magallanes?
– “La verdad es que desconozco, no lo sé”, fue la respuesta inmediata de Harambour. No obstante, reconoce que los proyectos son de largo plazo y confían en que hay una política de Estado de desarrollar esta industria. En esa línea, existen posibilidades “de seguir conversando esto, de replantearlo”.
El diagnóstico es claro: “Hoy día no somos competitivos. No somos capaces de llegar, en la proyección de costos que tenemos hoy, en forma competitiva a los mercados internacionales”.
En resumen, para lograr ser competitivos suficientes para alcanzar puestos interesantes en el mercado internacional, lo primero es bajar costos, lo que implican desafíos técnicos y de financiamiento, así como también tributarios. “Nosotros no le estamos pidiendo al Estado que ponga plata. Lo que estamos pidiendo es que nos ayude a ser competitivos en las primeras etapas. Y por esa vía, al ser competitivos y tener la posibilidad de instalarnos en la región, ser capaces de establecer polos industriales que le van a dar beneficios a la región y al país”.




