Colegio Charles Darwin supera los 620 litros de aceite de cocina usado depositados en su “Punto Limpio”

Silvia Leiva Elgueta

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El Colegio Charles Darwin de Punta Arenas continúa consolidando su compromiso con el medio ambiente a través del proyecto “Punto Limpio”, una iniciativa escolar que ya ha logrado reciclar 620 litros de aceite vegetal usado durante 2025, evitando su vertido en alcantarillados y contribuyendo a la educación ecológica de toda la comunidad educativa. En 2024, el total alcanzó los 315 litros, lo que refleja un crecimiento sostenido en la participación del colegio y su entorno.

El proyecto nació hace dos años desde la asignatura de Tecnología, actuando como guía el docente Rodrigo Oyarzún Márquez, quien indicó que la idea surgió al conocer “qué pasaba con el aceite a través de un amigo que trabajaba en una empresa de reciclaje”. A partir de esa experiencia, el profesor decidió vincular el tema con la enseñanza tecnológica. “Les propuse la idea a los chicos de poder iniciar esta actividad. Fijamos roles y teníamos bastante desconocimiento respecto a eso, así que nos contactamos con la empresa Aguas Magallanes, que estaba a cargo de otros puntos limpios en Puerto Natales, y a ellos les gustó la idea de poder desarrollar esto como proyecto de curso durante un año completo”.

El principal objetivo, expresó Oyarzún, ha sido “transmitir, primero como comunidad educativa y luego a la población en general, cuál es la forma correcta de desechar el aceite”. El docente destacó que la recolección se realiza en botellas plásticas cerradas, preferentemente de bebidas o jugos, para evitar derrames y contaminación. “No se deben usar envases de vidrio ni los envases originales del aceite, a menos que sean galones de cinco o diez litros”, aclaró ya que evitar derrames es clave para el mantenimiento de este espacio.

La iniciativa, que se ha mantenido activa durante dos años, busca ser sostenible en el tiempo y ya se prepara para que el curso de primero medio del próximo año tome la posta. “La idea es difundir y educar”, enfatizó el profesor. “Los chicos están haciendo juegos para educar a los más pequeños y empezar a impartirles el conocimiento de cómo reciclar el aceite utilizado de cocina”.

La voz de los estudiantes

Los estudiantes Catalina Vera Arismendi y José García Ibieta, ambos de segundo medio, explicaron cómo se ha desarrollado el trabajo. Catalina recordó que el proyecto “empezó el año pasado con la idea del profesor Rodrigo. Al principio era sólo para difundir el punto limpio que iba a haber en el colegio, pero este año se expandió y será con la distribución de folletos y juegos para los otros cursos”.

En tanto, José, agregó que la organización ha sido clave. “Partimos haciendo grupos dentro del curso sobre qué se debía encargar cada uno. Habían roles para tomar fotografías, buscar información, hacer presentaciones sobre el aceite, lo que contamina y los beneficios del punto limpio. Este año hemos estado haciendo mantenimiento y fichas para darle más conocimiento al proyecto”.

Actualmente, los 32 estudiantes del curso participan activamente en el mantenimiento del punto limpio y en la difusión de la iniciativa. Las actividades incluyen el diseño de material educativo, charlas a otros niveles del colegio y salidas informativas puerta a puerta.

El docente, además, entregó el agradecimiento a la portera Yamilet Aparicio, quien recibe a las familias que buscan reciclar y es la encargada de encaminar a las personas que llegan a depositar su aceite en el contenedor, tarea clave para mantener la continuidad del programa.

Para el director del colegio, Patricio Yutronich Montesinos, el trabajo ambiental forma parte esencial del proyecto educativo institucional. “Dentro del colegio, como parte de nuestro proyecto educativo, está el tema medioambiental y el cuidado de la naturaleza”, subrayó. “Tenemos varios focos, como salidas a Torres del Paine con los segundos medios, actividades de limpieza con los más pequeños y un sector de plantación de verduras. Nuestro foco es que los chicos convivan con la naturaleza y la cuiden.”

Respecto del punto limpio, el educador destacó su éxito. “Ha salido todo un éxito porque los chicos lo acogieron de buena forma. Tuvimos buena recepción de Aguas Magallanes y buena crítica de parte de los vecinos. Los estudiantes valoran que cada litro de aceite que llega aquí no contamina las alcantarillas. Estamos contentos con el proyecto y esperamos seguir fomentando el cuidado de la naturaleza con ejemplos prácticos como este”.