Necrológicas

Puerto Edén sigue esperando

Por La Prensa Austral Miércoles 15 de Octubre del 2025

Compartir esta noticia
86
Visitas

El aislamiento geográfico de Puerto Edén ha sido, durante décadas, una marca indeleble de su identidad. Pero más allá de la lejanía física, la localidad parece condenada a un aislamiento administrativo, donde la burocracia, los costos logísticos y la inercia institucional han terminado por transformar cada promesa en una espera interminable.

El reciente informe de la División de Infraestructura y Transporte del Gobierno Regional, que revela que de siete proyectos públicos sólo dos se han concluido, confirma lo que los habitantes saben desde hace años: el desarrollo de Puerto Edén avanza al ritmo de la desidia. Con menos de un 10% de avance físico en el Plan de Zonas Rezagadas, los números retratan un fracaso que no puede explicarse sólo por las dificultades del clima o la distancia.

Las causas son múltiples y conocidas: contratos suspendidos, reevaluaciones técnicas, licitaciones que caducan y dependencias entre servicios que nunca terminan de resolverse. Mientras los papeles viajan entre oficinas de Punta Arenas y Santiago, los generadores eléctricos -que ya sobrepasan su vida útil- siguen fallando, afectando la calefacción, el alumbrado y la conservación de alimentos. La reposición del sistema diésel no registra avances y la nueva casa de máquinas está paralizada. En una comunidad donde todo depende de la energía -desde el bienestar hasta la salud-, cada día de retraso significa vulnerabilidad.

Las obras de conectividad y transporte presentan un cuadro similar. La renovación de las pasarelas, esenciales para moverse por un territorio fragmentado por canales y humedad, se encuentra suspendida pese a su urgente necesidad. El proyecto para dotar a la localidad de una embarcación de apoyo logístico se mantiene atrapado en un proceso de traspasos y reevaluaciones. En paralelo, la falta de transporte para emergencias o evacuaciones médicas sigue poniendo en riesgo la vida de los habitantes.

Frente a esta realidad, los pocos avances -como los juegos infantiles y la conexión WiFi comunitaria- resultan valiosos, pero insuficientes. Son logros parciales que, aunque mejoran la vida cotidiana, no compensan el rezago estructural de una comunidad que depende enteramente del Estado para subsistir.

Puerto Edén es más que un punto remoto en el mapa. Es un símbolo de lo que ocurre cuando las políticas públicas no logran adaptarse a los territorios extremos. Los proyectos no pueden gestionarse con la misma lógica administrativa que en una ciudad conectada por carreteras y fibra óptica. Aquí, cada tonelada de materiales, cada técnico y cada embarque implican desafíos que exigen flexibilidad, decisión política y presencia efectiva del Estado.

Si el Plan de Zonas Rezagadas pretendía corregir las desigualdades históricas, su ejecución ha demostrado lo contrario, pues la desigualdad se profundiza cuando la burocracia se impone sobre la urgencia. 

Mientras las autoridades hablan de descentralización y equidad territorial, los habitantes de esta pequeña comunidad siguen esperando que la acción reemplace al diagnóstico. 

Pin It on Pinterest

Pin It on Pinterest