Sierra Baguales y el patrimonio paleontológico
El reciente descubrimiento de un molar de Albertogaudrya unica en Sierra Baguales es un hallazgo científico relevante y, a la vez, una declaración contundente sobre el inmenso y aún inexplorado potencial paleontológico que reside en la Región de Magallanes.
Este pequeño resto fósil, datado entre 37 y 40 millones de años, ha permitido a la ciencia reconstruir un capítulo fundamental de la prehistoria y, más importante aún, ha aportado a la revalorización y conservación del patrimonio local.
El valor de la paleontología en Magallanes radica en que incluso los restos más diminutos actúan como vastos repositorios de información. El molar de este mamífero herbívoro gigante -que pesaba cerca de 200 kilos, siendo más grande que un tapir actual pero más pequeño que un toro- es “tremendamente informativo”. Gracias a las características específicas de los dientes, los investigadores pueden deducir la dieta del animal, sus especializaciones ecológicas, el parentesco con otras especies y, fundamentalmente, el tipo de ambiente en el que vivió.
Este descubrimiento, liderado por Juan Enrique Bostelmann, no solo identifica a un antiguo habitante de la zona, sino que redefine el mapa prehistórico de Sudamérica. Hasta ahora, Albertogaudrya unica solo se había registrado al norte (en Chubut, Argentina, y en la Región de Aysén). Su hallazgo en Magallanes extiende su rango conocido más de 400 kilómetros hacia el sur, aportando evidencia crucial sobre la conexión geográfica de las faunas australes durante el Eoceno medio a tardío. Esta pieza clave sugiere que, en aquel periodo, la flora y fauna a lo largo de la Patagonia probablemente era más bien homogénea, conformando un patrón biogeográfico común.
La paleontología nacional atraviesa un momento de gran crecimiento, y este auge está íntimamente ligado a las expectativas de las comunidades. Si el potencial científico es innegable, el potencial de conservación y valorización local es la clave para asegurar el futuro de este patrimonio.
Además, el trabajo en Sierra Baguales reafirma que la ciencia es un esfuerzo colectivo. La descripción de este hallazgo fue posible gracias a la colaboración de colegas nacionales, especialistas y artistas de Argentina, demostrando que este tipo de investigaciones no sólo fortalece la ciencia nacional, sino también la cooperación regional.
En definitiva, este molar, testigo silencioso de un pasado remoto, no solo ayuda a llenar un vacío en la historia de la vida en el planeta, sino que también amplía el mapa paleontológico de Chile y refuerza la relevancia del trabajo colaborativo. El potencial de Magallanes para desentrañar la evolución de los mamíferos en Sudamérica es vasto y la protección de estos yacimientos y la materialización del repositorio de Puerto Natales son pasos esenciales para asegurar que la historia natural del país se preserve y se transmita a las futuras generaciones.




