“Necesitamos contar con una sala multisensorial”
Dando cuenta de la necesidad de contar con una infraestructura, que recoja las necesidades de los estudiantes con discapacidad, y la necesidad de avanzar en materia de inclusión laboral, Nancy Dittmar Quezada, directora transitoria del Centro de Capacitación Laboral, abordó los desafíos que tiene la institución educativa y de los cambios que ha supuesto el nuevo administrador.
Este Centro tiene una matrícula de 51 estudiantes entre 13 y 26 años. Esta es una escuela especial que cuenta con una modalidad laboral, por ende, los talleres y la formación que entrega está vinculada a fortalecer habilidades sociales que impliquen la inserción del estudiante en la sociedad y ojalá a la apertura a alguna práctica laboral como se ha trabajado con diversas empresas.
Todos los jóvenes, que asisten al Centro tienen discapacidad intelectual, un diagnóstico que puede estar asociado a otras patologías.
“A los que están en condiciones de poder salir al mundo laboral se les crea un perfil total por parte de la terapeuta ocupacional, Johana Molinet, quien sale a buscar a las empresas quienes puedan recibir en pre práctica a jóvenes en estas condiciones”, confiesa la directora.
La educadora explicó que uno de los temas que han planteado como establecimiento en distintas mesas de trabajo en las que han participado este año, es que si bien las empresas están adheridas a la contratación en el 1% de personas en situación de discapacidad, generalmente hacen contrataciones o adecuaciones a las personas que tienen discapacidad física, problemas de movilidad, sillas de ruedas, de visión, pero todavía no hay una apertura a las personas con discapacidad intelectual.
“Nosotros apelamos a eso, a que esta inclusión sea, de verdad, legítima, porque nosotros estamos insertos dentro de este mundo y se ha demostrado que jóvenes que han salido desde el Centro de Capacitación Laboral hoy día están trabajando en algunas empresas. Entonces queremos que esta línea se pueda fortalecer, tener una mayor vinculación con las empresas, que nos miren un poquito más para que puedan darle la oportunidad de estar en este mundo laboral con ellos”, enfatizó.
En este contexto, destacó que tienen ex alumnos que fueron contratados en empresas como Methanex y Marangunic, insistiendo en que estos jóvenes pueden rendir en un trabajo en la medida que exista la voluntad de poder acompañarlos y capacitarlos.
Lo segundo es el trabajo con estudiantes que no es posible, por su condición, insertarse en el mundo laboral, donde sobresalen las realizaciones en telar.
Con aquellos estudiantes que no pueden realizar su práctica prelaboral, ni tampoco pueden estar en un taller, se fortalecen habilidades sociales de inclusión con la comunidad, que sepan que existen los servicios públicos, cómo hacer un trámite, cómo es la calle, qué recorrido hace cada micro, entre otros.
La urgencia de un nuevo establecimiento
Dittmar Quezada enfatiza que “necesitamos, con urgencia, contar con un nuevo establecimiento, porque el que tenemos es el único Centro de Capacitación Laboral público que hay, único público, pero no es funcional porque consta de dos pisos. Si bien dispone de un ascensor, pero una de las medidas que debemos tomar es no situar a los estudiantes con parálisis cerebral, que utilicen silla de ruedas en el segundo piso, porque en emergencia no se puede utilizar el ascensor y se requiere de un adulto que los baje cargados”.
Por lo tanto, aspiran contar con un edificio de un solo piso que sea funcional, con la iluminación que corresponde y que sea funcional para las necesidades que tienen los estudiantes.
Un segundo proyecto, lo constituye la urgencia de habilitar una sala multisensorial, que cumpla la función del manejo de estudiantes cuando tienen algún tipo de desregulación, como también la activación de estudiantes que tienen poca movilidad o aquellos que tienen parálisis cerebral, porque hay una secuencia, ya sea de colores, de formas, que se pueden proyectar en esta sala. Es un proyecto que cuesta entre 15 y 18 millones, por lo que están buscando alguna instancia para financiar esta iniciativa.
El nuevo administrador
Sobre el nuevo administrador de la educación pública, Nancy Dittmar admite que la educación especial, en general, ha estado un poco relegada. Ahora, con la instalación del Slep, cuentan con una caja chica, que no tenían antes, y eso ha permitido cambiar las llaves de lavamanos, que estaban descompuestas, y los tubos fluorescentes, chapas para asegurar las puertas, pasillero antideslizante, que es algo muy importante por la condición de los estudiantes.