Comisión Regional de Uso de Borde Costero: convivencia y desarrollo sostenible

Con varios años sin funcionamiento regular, ayer se reunió la Comisión Regional de Uso de Borde Costero (Crubc) de Magallanes, dentro del nuevo esquema y atribuciones del gobierno regional.

Era absolutamente necesario retomar estos espacios de diálogo y decisión para compatibilizar los diferentes usos del borde costero. La Crubc tiene como objetivo principal disminuir los conflictos por ocupación de estos espacios, promoviendo una convivencia armoniosa entre los diversos actores que tienen intereses en estas áreas, desde empresas hasta comunidades indígenas.

Uno de los temas abordados ayer se relaciona con la petición de concesiones marítimas presentadas por las empresas desarrolladoras de hidrógeno verde Teg y HNH, así como la solicitud de la agrupación kawésqar, As Wall la Iep, de Espacios Costeros Marinos para Pueblos Originarios (ECMPO). Esta sesión, realizada en el gobierno regional, representa un hito significativo en la gestión y uso de las zonas costero-marinas de Magallanes, las cuales han estado en el centro de diversos conflictos de ocupación de espacios.

No obstante, se observó un disímil tratamiento otorgado a los expositores. Las empresas Teg y HNH expusieron sus proyectos portuarios, cada una con un espacio de 15 minutos. En cambio, la presentación de la solicitud ECMPO estuvo a cargo de la Jefa de División de la Dirección de Planificación y Desarrollo Regional (DIPLADER), Hina Carabantes, con unos breves minutos otorgados a Marcela Caro, la solicitante de la agrupación kawésqar. Esta disparidad en el tiempo y la oportunidad de exposición ha sido motivo de crítica por parte del abogado de As Wall la Iep.

Esta situación pone de manifiesto un desafío recurrente en la gestión de los recursos naturales y la planificación territorial: la necesidad de garantizar un trato justo y equitativo a todas las partes involucradas. Es imperativo que las comunidades indígenas, como los kawésqar, tengan una voz fuerte y representativa en estos procesos, ya que su relación con el territorio es profunda y está arraigada en siglos de historia y cultura.

El avance de la industria del hidrógeno verde en Magallanes es una oportunidad extraordinaria para el desarrollo económico y la transición energética. Sin embargo, este progreso no debe hacerse a expensas de las comunidades locales ni del medio ambiente. Es crucial que se establezcan mecanismos de participación que aseguren que todas las voces sean escuchadas y consideradas equitativamente.